Prevención

La plaga de las orugas procesionarias llega a San Sebastián de los Reyes

El Consistorio, ante la amenaza que representan fundamentalmente para niños y animales, ha puesto en marcha distintos métodos de eliminación

Las altas temperaturas de estas últimas semanas de febrero han provocado el adelanto de la floración en muchas plantas. Y otros efectos indeseados, como el adelanto de ciertas plagas, muchas de ellas más propias de la primavera. Así, la procesionaria, que es una plaga que afecta a parques, jardines y zonas verdes, ha llegado para quedarse salvo que el frío y el agua vuelva a hacer acto de presencia. Este año, debido a temperaturas primaverales en pleno invierno, su ciclo se ha adelantado y desde el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes ya trabajan para su eliminación. En este sentido, la Concejalía de Salud alerta a la población, a todos los vecinos, de que la oruga procesionaria desprende pelos urticantes y es especialmente peligrosa para los perros.

Para conseguir minimizar al máximo su presencia y mantenerla bajo umbrales aceptables, se están acometiendo diferentes métodos de control, según las características de las zonas verdes, su accesibilidad y la cantidad de arbolado.

Frente a esta plaga, se apuesta por acciones encaminadas a aumentar las poblaciones de predadores, como la instalación de cajas nido con el fin de fijar la población de aves que se alimentan de las larvas de la procesionaria del pino y de mamíferos como el murciélago. Instalación de trampas de captura de adultos. Una red de trampas con feromonas para la captura de adultos, que además es indispensable para el monitoreo de la plaga.

Se apuesta también por utilizar productos fitosanitarios de origen químico, sin embargo, la propia técnica del método impide que el producto fitosanitario entre en contacto con el medio y las personas. O nebulización de producto fitosanitario de origen natural restringido a zonas forestales. También se eliminarán nidos, por medios mecánicos que, posteriormente, se eliminan mediante quema.

Un método también utilizado es la instalación de trampas de captura de orugas. Compuestas por un anillo que se fija al tronco a una altura adecuada, para que no sea posible su manipulación, de tal manera que cuando las larvas descienden para enterrase o cambiar de pie, quedan atrapadas en el anillo y en la bolsa.