Política

El PSOE de Móstoles «se desangra» por «silencio y desidia»

La agrupación socialista más grande del sur de Madrid lleva meses bloqueada sin respuesta del Comité de Ética

Juan Lobato, secretario general de Psoe Madrid visita Móstoles, acompañado por Noelia Posse, alcaldesa de Móstoles y Alex Martín, Secretario general del PSOE en Móstoles.
De izquierda a derecha, el senador y diputado Juan Lobato, la exalcaldesa Noelia Posse y el secretario general en funciones del PSOE de Móstoles, Álex MartínEva ErcolanesePSOE

En el PSOE de Móstoles hay intranquilidad y malestar. Más aún, «se desangra entre la desidia y el desánimo», detallan fuentes socialistas, sin que el partido ponga orden en una de sus agrupaciones más grandes.

El pasado mes de abril, 130 agrupaciones socialistas de municipios de Madrid celebraron sus asambleas extraordinarias y renovaron sus gestoras. Menos Móstoles. Casi siete meses después, «no hay novedad», según el PSOE-M. El partido frenó en seco en abril la intentona de Álex Martín, secretario general del PSOE de Móstoles (ahora en funciones), de revalidar su puesto en la Ejecutiva local, después de que tratara de presentarse a las elecciones para liderar la Comisión Ejecutiva Municipal desafiando las directrices del partido. El PSOE-M le pidió que diera un paso atrás «por el bien del partido», lo mismo que a la exalcaldesa y portavoz del Grupo Municipal, Noelia Posse, que sí decidió acatar la decisión y ahora deja entrever, incluso en sus redes sociales, que abandonará la política al final de la legislatura.

Pero Martín estaba decidido a dar un salto al vacío y desoír a la secretaria de Organización del partido, Pilar Sánchez-Acera, para presentarse a liderar la agrupación socialista mostoleña. Lo hacía convencido de que, al no existir una lista alternativa, podría mantener su puesto. En su candidatura incluyó incluso a su padre (implicado en el escándalo del presunto troceo de contratos para eludir el control de adjudicaciones del Ayuntamiento de Móstoles), a un concejal afín, Carlos Rodríguez, y a su hermana, entre otros.

En apenas un día fue cesado como portavoz adjunto del PSOE en el Ayuntamiento y repuesto en el cargo al siguiente. Hoy sigue como secretario general en funciones, sin que el partido a nivel regional parezca dispuesto a dar un giro de timón. Mientras tanto, la agrupación local continúa «paralizada y dividida» bajo el control de Álex Martín, uno de los principales acusados en el llamado caso ITV, por el que presuntamente se perdonó el pago de 2,5 millones de euros en tasas municipales a una empresa de Móstoles. Para más inri, ya ha pasado más de un año desde que la Ejecutiva regional envió al Comité de Ética del partido el expediente de los concejales procesados por presunta malversación de caudales públicos y prevaricación administrativa en el caso ITV, sin que hasta la fecha se haya tomado decisión alguna. Es más, según fuentes consultadas por LA RAZÓN, no hay intención de reactivar el asunto, sino más bien de dejarlo «dormir el sueño de los justos», pese a que el Código Ético del partido establece claramente que cualquier cargo público al que se le abra juicio oral en un procedimiento penal debe solicitar la baja voluntaria como afiliado y dimitir de su cargo.

Que tanto la exalcaldesa Noelia Posse como el secretario general en funciones, Álex Martín, sigan en el Gobierno municipal (y, en el caso de este último, al frente de la agrupación local) ha abierto una guerra interna. Parte de la militancia reclama su dimisión y le acusa de utilizar el partido como «un instrumento para su beneficio personal». Sin embargo, Martín ha emprendido una huida hacia adelante, autoproclamándose único candidato a la Alcaldía de Móstoles para las próximas elecciones, para lo cual asegura contar con el apoyo del «clan de Getafe», entre quienes se encuentra la diputada Cristina González Álvarez.

«Quitando a su grupo más cercano, nadie le quiere porque no es una solución de futuro. La militancia no participa en los actos del partido; van solo sus afines y hay mucho descontento. Este es el motivo por el que se han registrado bajas: por desafección y malestar ante el rumbo de los acontecimientos. La gente está desmoralizada y desmovilizada. En Móstoles no se quiere a esta ejecutiva, porque no nos representa», explican otras fuentes socialistas.

Frustración y desconcierto

Sin respuesta del Comité de Ética, el desencanto se ha adueñado del PSOE de Móstoles. Que no se haya tomado ninguna medida ha generado «frustración y desconcierto» entre las bases, que ven cómo la agrupación local «pierde credibilidad y peso político» en el municipio. La única salida que contemplan algunos militantes para recuperar la confianza del electorado antes de las próximas elecciones municipales de 2027 es que el Comité Federal aplique los Estatutos y el Código Ético del partido, suspendiendo cautelarmente de militancia a los ediles encausados, lo que forzaría la creación de una gestora.

Ahora, «el socialismo mostoleño permanece en punto muerto: sin liderazgo legítimo, sin dirección clara y con un motor político gripado por los intereses personales del actual secretario general, Alejandro Martín, y el silencio institucional del Comité Federal de Ética», sentencian.