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Contaminación

El 1% de personas más ricas del mundo contamina lo mismo que el 66% más pobre

Según un estudio llamado "The Great Carbon Divide", el empresario mexicano Carlos Slim encabeza la lista, seguido de Bill Gates y Jeff Bezos

Jeff Bezos
Jeff BezosPatrick SemanskyAgencia AP

La desigualdad económica mundial está estrechamente entrelazada con el cambio climático, según revela la investigación "The Great Carbon Divide", realizada por The Guardian, Oxfam y el Instituto Ambiental de Estocolmo. La contundente cifra señala que las emisiones del 1% más rico del planeta, aproximadamente 5,900 millones de toneladas de CO2 en 2019, equivalen a las del 66% más pobre.

En 2019, 77 millones de personas con ingresos anuales superiores a 125.000 euros fueron responsables del 16% de las emisiones, igualando la cantidad emitida por los 5.000 millones de personas con rentas más bajas.

La disparidad económica no solo se evidencia a nivel global, sino que también existe un "bache de riqueza" dentro de los propios países. En muchos casos, el 10% más rico emite hasta 40 veces más carbono que el 10% más pobre. La investigación también revela que doce de los hombres más ricos del mundo generan anualmente tantas emisiones de gases de efecto invernadero con sus lujos (aviones privados, yates, coches, mansiones e inversiones financieras), como las necesidades energéticas de una ciudad de dos millones de hogares.

 Carlos Slim encabeza esta "lista negra" de emisiones, seguido por Bill Gates y Jeff Bezos. Magnates de la tecnología como Larry Page, Eric Smidt, y Michael Dell también figuran entre los mayores contribuyentes. Por otro lado, Elon Musk, dueño de Tesla (uno de los mayores fabricantes de coches eléctricos), emite más de 25.000 toneladas de CO2 al año con sus más de 200 vuelos privados. En conjunto, el 10% más rico es responsable del 50% de las emisiones, mientras que el 50% más pobre contribuye solo con el 8%, evidenciando una marcada desigualdad en la huella de carbono.

Dario Kenner, autor de "Carbon Inequality", destaca la existencia de una "élite de contaminantes" con un patrimonio superior al millón de dólares, que refuerza el uso de tecnologías "altas en carbono" y posee un significativo poder económico y político.