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Un parque eólico respetuoso con un entorno privilegiado

La construcción del complejo de Endesa en Paradela (Lugo) y su tendido eléctrico ha asumido el reto de salvaguardar una zona de especial valor que afecta a la Ribeira Sacra y el Camino de Santiago. Se han transportado materiales pesados en helicóptero en lugar de abrir vías temporales de acceso

Parque eólico
Parque eólicoPascal RossignolREUTERS

La entrada en funcionamiento del parque eólico de Paradela (Lugo), construido por la empresa Enel Green Power España (EGPE) es inminente. A partir de ese momento, los seis aerogeneradores de 2 MW de potencia unitaria podrán generar más de 42 GWh al año y evitar, con ello, la emisión de 28.000 toneladas de CO2 que causaría la producción de la misma energía con fuentes fósiles en vez de renovables, como el viento. Cercano está el parque de Serra das Penas, con las mismas características que el de Paradela.

La energía que se produce en ambos parques se transporta a la subestación eléctrica de Chantada, de unos 20 kilómetros de longitud. Se da la circunstancia de que una parte de las infraestructuras de evacación (es decir, el tendido eléctrico) pasa cercana a una zona muy especial por sus valores ambientales, culturales y paisajísticos. Es la Ribera Sacra, atravesada por el río Miño, con viñedos y aspirante a ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Que, en el caso de Paradela, será un doblete, porque ya lo es como municipio del Camino de Santiago, que pasa por su término municipal.

Todas estas circunstancias han condicionado la forma de abordar la construcción de este parque y, sobre todo, la del tendido que transporta la electricidad generada a la subestación correspondiente.

José Luis Calvo, como jefe de Proyectos Eólicos en la zona Noroeste de Endesa, conoce bien esos condicionantes y las soluciones que han aplicado para resolverlos: “Se trataba de compatibilizar la construcción de una instalación industrial con el respeto a una zona tan singular, y con una orografía complicada, como la Ribera Sacra. Por tanto, hemos incorporado medidas excepcionales. Por ejemplo, hemos utilizado helicópteros para transportar los materiales para la construcción de algunos de los 82 apoyos, los postes que soportan los cables de la línea. Concretamente, entre el 4 y el 7 la línea pasa muy cerca”.

Transporte aéreo

De no haber introducido estas medidas especiales “habríamos tenido que desbrozar el campo y construir una vía de acceso temporal para maquinaria pesada, como un camión con una cuba para el hormigón, que es necesario para construir los cimientos en los que se apoyan las torres”, añade.

En lugar de eso, el camión del hormigón se quedaba en lugar cercano y allí se cargaba en una cuba que el helicóptero transportaba a la obra. “Luego ya el proceso continuaba, aunque mucho más manualmente que de costumbre para evitar cualquier impacto. Como, de hecho, ha ocurrido porque el entorno se mantiene exactamente igual. Para mí es lo más relevante de esta construcción”, destaca José Luis Calvo.

El parque eólico en sí se compone de sus viales de acceso y las plataformas donde se monta cada aerogenerador. “En este caso sí que se requieren unos viales de acceso importantes porque las palas de los aerogeneradores son muy grandes y, por lo tanto, hay que hacer movimiento de tierras. Todo ello se revegeta después, echando la misma tierra que hemos retirado, y lo cierto es que el clima de Galicia permite que se recupere muy rápido”.

Mientras tanto, los viales se quedan como acceso para las tareas de mantenimiento “y también para uso de los agricultores que tengan campos cercanos, que de esta forma pueden acceder más fácilmente con sus tractores. Y, como estos caminos quedan bien arreglados, también se utilizan como rutas cicloturistas”.

Además de cicloturismo, en el entorno de Paradela se podrá practicar el senderismo, porque dentro del Plan CSV (Creación de Valor Compartido) que incluye este proyecto –al igual que los demás que está desarrollando EGPE tras la adjudicación en la subasta del año 2017- se ha llevado a cabo también la mejora de una ruta de senderismo llamada Ruta do Loio, “que es espectacular, porque va en paralelo al río Miño y hay zonas de acantilados, tramos que bordean justo el río y… es muy bonita. Además, está también muy cerca del Camino de Santiago. Son 16 kilómetros y se puede utilizar por público de todas las edades, porque se han suavizado las pendientes, etc. Es una ruta lineal de nivel de dificultad bajo”.

Acción local

Además, dentro de este mismo Plan CSV, se han impartido cursos gratuitos de operación de parques renovables, “en los que han participado hombres y mujeres, con la intención de que en el futuro puedan trabajar con nosotros en la supervisión de los parques cuanto estén en operación”. Asimismo, se ha instalado una estufa de biomasa en la Asociación de Mujeres de Paradela e implantado soluciones de eficiencia energética en instalaciones municipales.

Recursos naturales

Otra de las medidas adoptadas consiste en la optimización de los recursos hídricos. Como el clima de Galicia lo permite, en el campamento de obra, donde se sitúan las oficinas, los vestuarios y almacenes, y que se ha instalado en el polígono industrial de Paradela en vez de a pie de obra, “entre otras medidas de sostenibilidad, hemos utilizado tanques para la recogida de agua de lluvia para cubrir algunas de las necesidades de consumo del campamento”.

Del proyecto de Paradela es titular Paravento, que pertenece en un 90 por ciento a la empresa EGPE, la división de energías renovables de Endesa, y del 10 por ciento restante es titular el ayuntamiento, “que recibirá beneficios, cuando la generación los dé, además de otros ingresos por impuestos municipales que pueda tener la instalación del parque por estar en su término municipal”.