Reciclar tras el verano: volver con las pilas cargadas ayuda al medio ambiente

Verano es sinónimo de sol, playa, montaña… A menudo nos desplazamos para visitar ciudades costeras, preciosos acantilados que se recortan contra el mar o senderos que nos invitan a perdernos por los bosques de España. Relajarse es esencial, pero no por ello debemos abandonar hábitos tan saludables como el de reciclar.

María Palomo, profesora de Infantil, lo sabe bien. Ella y sus dos hijos residen en Usera, en Madrid. El confinamiento fue un momento clave en su vida como recicladora: «Los niños y yo aprovechamos el tiempo libre que nos “concedió” la pandemia de la Covid para ampliar nuestra zona de cubos en casa y separar mejor los residuos». Y este verano, no lo dejaron. Decidieron continuar reciclando durante las pasadas vacaciones, cuando se desplazaron a un apartahotel situado en La Manga del Mar Menor.

«Enseguida nos dimos cuenta de que nuestro consumo de envases aumentaba drásticamente al irnos a la playa», indica Palomo. El calor hizo incrementar su ingesta de líquidos, lo que provocó que compraran más botellas de agua y latas de refresco (ambos, envases que se depositan en el contenedor amarillo).

Esta situación refleja la de miles de españoles que, como consecuencia del calor en los meses de verano, mostraron especial preocupación por saber cuál es la forma correcta de desechar los envases de bebidas.

Según los datos recogidos por AIRE, el asistente inteligente de reciclaje desarrollado por Ecoembes, este verano las consultas sobre cómo reciclar los residuos crecieron un 28% con respecto al verano anterior, registrando más de 185.000 preguntas. Y precisamente, las dudas que ocupan los tres primeros puestos en la clasificación se centran en cómo reciclar correctamente las botellas de plástico, las de metal y las de vidrio (estas últimas van en el contenedor verde).

Palomo comenta que, en su caso, ella y sus pequeños introducían una bolsa de plástico nueva en una mochila, antes de ir a la playa. En ella depositaban todo lo que habían desechado durante la jornada de baño. «Al regresar al chalet, lo separábamos todo en tres bolsas diferentes (una para los envases de plástico, otra para los residuos orgánicos y una última para el cartón), ya que en aquella casa no había más que un cubo».

Así pues, en verano toca adaptarse para seguir reciclando. «Es en el periodo estival cuando la gente se traslada a hoteles, casas rurales o segundas viviendas. Por lo general, en estos sitios se presentan más dificultades para separar correctamente nuestros residuos, ya sea por falta de cubos o porque esa persona no concibe el reciclaje como algo sistemático», advierte Gustavo Samayoa, portavoz de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI).

Sin embargo, estos usuarios son los menos. Cada vez más españoles tienen interiorizado el hábito de reciclar y lo integran en su vida diaria, también en los meses de estío. «El porcentaje de personas recicladoras aumenta cada año, y estamos seguros de que el “gesto cotidiano” de reciclar se transformará en una práctica interiorizada de forma general en la sociedad», asegura Samayoa.

España, sociedad recicladora

El compromiso con el medioambiente a través de hábitos como el reciclaje de envases ya se ha convertido en una práctica más en el día a día de la sociedad española. Esa misma conclusión se desprende de un estudio sociológico elaborado por Catchment para Ecoembes. Según este informe, el 82,3% de los entrevistados declara tener varios cubos, bolsas o espacios en sus hogares, destinados a separar los residuos para su posterior reciclaje, estando siempre uno de ellos destinado para los envases del contenedor amarillo.

Esto se traduce en 38,9 millones de españoles que se declaran recicladores, prácticamente 2 millones más en comparación con el año anterior. Así, los hogares españoles cuentan con una media de tres cubos o bolsas (más concretamente, 3,2), en los que separar los residuos y darles una segunda vida a través del reciclaje.

Los resultados de este estudio son un reflejo de cómo la sociedad española está cada vez más comprometida con la separación de sus residuos, un pequeño gesto que conlleva grandes beneficios para el planeta. Hacerlo durante todo el año reduce considerablemente las emisiones de CO2 que expulsamos a la atmósfera. Así que, recuerda: volver con las pilas cargadas después del verano, también ayuda al medio ambiente.