Maturana blanca y viura para un blanco atemporal

La plaga de la filoxera se llevó por delante una buena parte del viñedo español a finales del XIX, una pérdida de biodiversidad que de forma paciente se ha ido revirtiendo a lo largo de las décadas. En La Rioja, un proyecto de investigación permitió empezar a recuperar la maturana blanca en 1997. Esta variedad cuenta en la actualidad con más de 130 hectáreas plantadas, equivalentes al 1,9% del total de la extensión de uva blanca en esta denominación. Ahora ya forma parte de vinos como Nivarius, que ha presentado una Edición Limitada 2017 que combina la maturana blanca con la viura, variedad suprema de los blancos riojanos, en este caso, procedente de viñas viejas de entre 50 y 80 años.

Con estos ingredientes naturales, el resto del proceso pasa esencialmente por una fermentación en toneles de roble y una crianza sobre lías durante nueve meses, también en toneles. Bodegas Nivarius ha sido pionera en la elaboración de vinos blancos con variedades tradicionales de Rioja y en la recuperación de variedades autóctonas como la maturana blanca. Y en este camino ha conseguido presentar vinos como esta edición limitada que presumen de nervio, cuerpo y estructura. Blancos con matices minerales, ahumados y florales que son bien recibidos en todas las estaciones del año.