Neom, la primera ciudad 2030

Arabia Saudí, bajo el amparo de la ONU, construye la que anuncian será la primera urbe del planeta basada en geoingeniería, gobernada con Inteligencia Artificial, cien por cien alimentada con energías verdes, con taxis voladores, carne artificial, lluvia por siembra de nubes, cyber-animales y más robots que humanos. La presentan como la primera ciudad sostenible del globo, en la medida en que se abastecerá de renovables, pero la realidad es que muchas de las iniciativas que se anuncian dan que pensar. La siembra de nubes para la lluvia no es una actividad muy ecológica. Igual que la luna artificial que iluminará cada noche el cielo de Neom. La realidad es que esas tareas incidirán en una mayor contaminación química, amén de la lumínica y tecnológica. Apadrinada por el fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, se enmarca dentro de la Agenda 2030, en la que tiene tanta importancia la geoingeniería como la ingeniería genética, que implementará “una nueva forma de vida desde el nacimiento hasta la muerte, alcanzando mutaciones genéticas para aumentar la fuerza y el coeficiente intelectual de las personas”. Algo que se conseguiría por la fusión cerebro-máquina, como anuncia Schwab, a través de un interfaz que conectará al humano con la Nube. No será necesario que hablen. Se comunicarán por el pensamiento. Tampoco conducir. Los drones trasladarán a las personas. Ni tan siquiera trabajar, pues habrá más robots que humanos. También cyber-animales enjaulados para promover peleas de androides que entretendrán a los trans-humanos. Ya sabemos que la segunda ciudad cognitiva gobernadas por la Inteligencia Artificial se llamará Belmont y estará ubicada en los famosos terrenos comprados por Bill Gates en EE. UU.