Sección patrocinada por sección patrocinada

Agricultura

Paneles solares para mejorar los viñedos

Aprovechar la sombra de las placas fotovoltaicas puede ayudar a la producción de uva ante las subidas de temperaturas provocadas por el cambio climático. Entrevistamos al CEO de una bodega que ya utiliza esta solución y al Consejero de Agricultura de Castilla y León para comparar sus posturas

Agrovoltaica, energía solar y agricultura
Bodega San Gabriel ya ha instalado este «sombreado inteligente» en 500 metros cuadrados de viñedosArchivoArchivo

El cambio climático amenaza con poner patas arriba la geografía de la producción de vino en unas décadas. En países del sur de Europa, como Francia o España, más del 85% de las tierras óptimas para el cultivo de la vid dejarán de serlo en el peor escenario (una subida de la temperatura de 4ºC). Aún cumpliendo con los Acuerdos de París, es decir, manteniendo el aumento por debajo de los 2ºC, el 56% de las regiones tradicionales dejarán de ser aptas para producir vino.

El estudio, publicado en la revista científica PNAS y en el que participan investigadores españoles, vaticina consecuencias que ya perciben los viticultores de regiones como Castilla y León. El calor y la falta de humedad están haciendo que las uvas maduren antes de tiempo. Esto provoca que baje la acidez y suba el nivel de azúcares y, por consiguiente, aumente la graduación alcohólica de los vinos, lo que pondría en jaque la excelencia de caldos tan cotizados y equilibrados como los de la DO Ribera del Duero.

Una de la soluciones pasa por cambiar la variedad de la uva. En el caso de la DO Ribera del Duero, de la tradicional tempranillo a la garnacha, más resistente. Sin embargo, las bodegas se muestran reticentes a echar por la borda décadas de perfeccionamiento y aducen que cambiar de camisa pondría en riesgo su imagen de marca. Además, este recurso tendría un límite. Si las temperaturas continúan su aumento, incluso recurriendo a especies más resilientes, se podrían perder más de la mitad de las áreas de viñedos.

En este escenario nace el sombreado inteligente, una novedosa técnica agrovoltaica que aprovecha una misma superficie de terreno tanto para obtener energía solar como productos agrícolas. «Se trata de una estructura, un dosel formado por paneles fotovoltaicos», explica Enrique García Agüera, director de la Ciudad de la Educación San Gabriel (Aranda de Duero) y CEO de la Bodega San Gabriel, la primera en España en contar con este desarrollo en su fase piloto, desde primeros de año.

La tecnología, creada por la empresa PowerfulTree, se sitúa a 4,5 metros del suelo y proyecta sombra sobre el viñedo. De este modo, se genera un microclima capaz de retrasar la maduración de la uva. «El objetivo fundamental es lograr bajar la actual graduación alcohólica del vino en un grado o grado y medio», apunta García Agüera. En el caso de la Bodega San Gabriel, el sombreado inteligente se ha instalado en una área de 500 metros cuadrados de viñedo.

Se denomina «inteligente» porque la posición de las placas es modificable. Es decir, que los paneles giran sobre su propio eje para poder generar la cantidad de sombra deseada en cualquier momento del día. Además, llevan incorporados unos sensores para medir el nivel de radiación del sol incidente. También es posible incorporar sensores en el propio cultivo, que permiten medir el estado de la planta. Todos estos datos otorgan al usuario la posibilidad de modificar la posición de las placas de manera remota.

Otras ventajas del sombreado inteligente pasan por la protección del viñedo ante pedriscas, lluvias torrenciales (creando caminos de evacuación sobre la estructura) y heladas, pues se puede utilizar una parte de la energía generada por las placas para calentar la planta. Por último, la bodega podría utilizar la energía de su instalación para autoconsumo, ahorrando costes eléctricos, o vender la producción a terceros. De hecho, la inversión para instalar estos doseles puede correr a cargo de la propia bodega o de una empresa de energía que se ocupe de gestionar las placas y la producción de electricidad.

La polémica

Los parques solares, sin embargo, no están exentos de una cierta controversia en el mundo agrícola. Las empresas fotovoltaicas quieren instalar placas donde ahora hay cultivos, y esto genera voces a favor y en contra. «Existen muchos sectores en contra de su implantación, bien sea por su uso agrícola, su impacto visual y estético u otras circunstancias», apunta a LA RAZÓN Jesús Julio Carnero, consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León.

Para evitar una concentración excesiva de parques solares en algunos puntos de la región, la postura de la Consejería de Agricultura castellanoleonesa pasa por considerar «necesario y urgente» crear una normativa a nivel estatal que establezca un marco de actuación y de prevalencias de uso del suelo. «Nuestra comunidad autónoma es la más extensa de Europa, y existen otras zonas no productivas o de bajo interés agrícola en las que se pueden ubicar estas instalaciones de forma ordenada para no interferir en la actividad agrícola y ganadera», afirma Carnero.

Sobre la estrategia agrovoltaica, el consejero se muestra firme en sus convicciones. «Esta técnica puede utilizarse para completar actividades agrarias de bajo rendimiento, como pastos marginales, o en cultivos resilientes que se desarrollan bajo condiciones edafológicas y climáticas desfavorables. Pero el uso conjunto de placas fotovoltaicas y cultivo no nos parece adecuado en el caso de cultivos de gran valor agrario, como los regadíos, el viñedo o similares». El consejero señala que «una comunidad en la que existen 14 figuras de calidad vínicas debe ser muy cauta en cambiar el rico y tradicional paisaje del viñedo. Deberán ser los propios viticultores y sus representantes, las DO, quienes decidan qué paisaje quieren para sus viñedos».

Imanol Olaskoaga, responsable de Estrategia en PowerfulTree, conoce de primera mano los desencuentros existentes entre algunas Denominaciones de Origen, agricultores y la industria fotovoltaica. «Sabemos que existe un movimiento social en contra de estas, pero el agrovoltaismo es diferente», aseguró, en una ponencia organizada por Jornadas Interempresas.

Allí, el representante defendió una estrategia agrovoltaica que ponga por delante al cultivo sobre la producción eléctrica: «Sabemos que los paneles fotovoltaicos son muy necesarios, pero nuestra aproximación al agrovoltaismo es que se priorice el cultivo. No queremos que se arranquen viñas para instalar paneles, sino que se aproveche el sombreado de las placas para priorizar las necesidades del cultivo». Y concluyó: «El agrovoltaismo es diferente y va en beneficio del cultivo y del viñedo».