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Reciclaje

Día del Reciclaje: ¿Cuántos kilos de residuos deposita cada español en el contenedor amarillo y azul al año?

Cada ciudadano tiró en 2021 una media de 18,8 kilos de residuos al contenedor amarillo, el correspondiente a los envases de plástico, latas y briks, y 19,3 de papel y cartón al azul

Día Mundial Reciclaje España Ecoembes
En 2020, pese a la pandemia, la circularidad de este material continuó aumentandolarazonFreepik

Nuestra bolsas y cubos de basura son el reflejo de lo que compramos, el rastro de lo que hemos comido y, especialmente, la prueba que demuestra si realmente estamos comprometidos con el reciclaje. En España, cuatro de cada cinco ciudadanos declaran tener un espacio en casa destinando a reciclar envases de plástico, latas y briks que van en el contenedor amarillo. Se trata de un amplio porcentaje, tal y como se desliga del estudio Hábitos de la Población Española ante el reciclaje, realizado por el Instituto Catchment para Ecoembes y publicado con motivo del Día Mundial del Reciclaje, que se celebra hoy.

El Día Mundial del Reciclaje es la jornada perfecta para reflexionar sobre lo que tiramos y cómo lo hacemos. ¿Cuántos kilos de residuos deposita un español al año en el contenedor amarillo? ¿Cada cuántos días a la semana bajamos a la calle para desechar los restos de papel y cartón? La respuesta es que, de media, cada persona tiró 18,8 kg de residuos a uno de los 383.508 contenedores amarillos que hay distribuidos en las calles de toda España durante el pasado año 2021. Esto supondría bajar una bolsa de envases de plástico, briks y latas cada cuatro días, aproximadamente. En el caso del contenedor de papel y cartón, cada ciudadano depositó de media 19,3 kg de este tipo de residuos en los 240.297 contenedores azules que hay en el país, lo que equivale, aproximadamente, a tirar una bolsa con estos envases al contenedor cada ocho días.

Además, este gesto individual ha mejorado una cifra conjunta: España envió un 5,3% más de envases domésticos de plástico, metal, brik, papel y cartón a las empresas recicladoras que en 2020. En total, 1.570.513 toneladas que representan más de 16.800 millones de envases. Al reciclarlos se evitó la emisión de 2,05 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, lo mismo que emiten las calefacciones de Asturias en un año.

«Estos datos demuestran que, en los últimos años, la conciencia ambiental de la ciudadanía ha ido creciendo progresivamente», afirma Fernando Moner, presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios(AVACU). Las cifras lo avalan. El 82,9% de las personas encuestadas en el mencionado estudio declararon tener un promedio de tres cubos, bolsas o espacios en casa para reciclar, destinando uno de ellos a los envases del contenedor amarillo. Y esta cifra no ha dejado de crecer en los últimos años: en 2015, eran un 72,5% quienes afirmaban reciclar a diario.

Los números «no solo indican que somos más conscientes de la necesidad de reciclar los diferentes residuos en sus distintas variantes, sino que cada vez contribuimos más a reducir su uso y a reutilizarlos, lo que previsiblemente provocará, en el futuro, una reducción paulatina de los residuos que lleguen a las instalaciones recicladoras», vaticina Moner.

Aún tenemos dudas al reciclar

Que cada vez reciclamos más queda probado pero, ¿lo hacemos cada vez mejor? «Más sí, pero la parte de “mejor” necesita todavía de mayores dosis de formación e información», apunta el presidente de AVACU. «La sociedad en general continúa teniendo muchas dudas de qué residuo va en qué contenedor, aunque en términos generales creo que no se están dando pasos atrás». Según el estudio de Ecoembes, el 90% de los encuestados dicen tener claro dónde van los restos del contenedor azul (papel y cartón). En el caso del amarillo, los ciudadanos identifican más claramente con este contenedor las botellas de plástico, las tarrinas, las latas y los envoltorios de plástico, mientras que hay otros residuos, como los aerosoles y las bandejas de corcho blanco, que también deben depositarse en este contenedor pero que todavía generan dudas.

También hay ciudadanos que, equivocadamente, creen que hay que lavar los envases antes de echarlos a los contenedores o que reciclar los envases pequeños es menos importante porque tienen menor impacto en el medioambiente. Por otro lado, aún hay quienes tiran al contenedor amarillo residuos que no son envases y que deben ir al punto limpio o el contenedor de resto, como los juguetes de plástico, calzado, ropa o productos plásticos de distinto tipo. De hecho, el 29,8% de los residuos de los contenedores amarillos no deberían haberse depositado en ellos.

«Sin duda, los contenedores amarillo y azul han sido más fáciles de asimilar por las personas y, por lo tanto, tienen mucho más arraigo en nuestros hábitos diarios. Pero, a su vez, es importante no dejar la actividad que entre diferentes agentes estamos haciendo para que eso sea así», manifiesta Moner. En definitiva, cada vez hay más conciencia recicladora «porque hemos conseguido apelar a la responsabilidad, hemos dejado claro que lo contrario va contra nosotros mismos y, sobre todo, va contra las generaciones futuras. ¿Y quién quiere perjudicar a sus hijos, a sus nietos, a sus amigos, a sus familias…? Creo que, poco a poco, nos vamos dando cuenta de los efectos de nuestros hábitos y, por ello, vamos considerando la importancia de que sean racionales, responsables y sostenibles. Porque el futuro es sostenible o no es futuro».