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Medio Ambiente
Así serán las ciudades del futuro: más sostenibles, digitales e inteligentes
La sostenibilidad de las urbes es el destino y la digitalización, el vehículo para alcanzarlo. Esta es una de las conclusiones extraídas de la mesa de debate celebrada en la sede de la delegación andaluza de LA RAZÓN, en la que se abordó el estado actual de las «smart cities» en España y los desafíos a superar
Las ciudades se han convertido en los lugares preferidos por la humanidad. Más del 60% vive en ellas. Las urbes atraen talento y esto las convierte en el escenario donde surgen tendencias globales, como la sostenibilidad o la digitalización. Las metrópolis ofrecen oportunidades, pero también retos. En el año 2025, la ONU estima que el mundo contará con 9.700 millones de personas y, de ellas, el 70% se concentrará en núcleos urbanos.
Esto implica grandes desafíos y hace necesario comenzar a cambiar no sólo el cómo, sino también el dónde vivimos. Crear metrópolis más sostenibles, modernas y resilientes fue el eje vertebrador de la mesa redonda «Ciudades digitales: la clave para un futuro sostenible», que se celebró el 30 de mayo, en la sede sevillana de LA RAZÓN. Pepe Lugo, delegado del diario en Andalucía, dio comienzo al debate sobre los avances y desafíos que presentan las smart cities, que contó con la presencia de Pablo Cortés Achedad, secretario de Economía de la Junta de Andalucía; Esther Paniagua Vivas, directiva de Accenture; Carlos León de Mora, catedrático de la Universidad de Sevilla y director de la Escuela Politécnica; y Rafael Sánchez Durán, director general de Endesa en Andalucía y Extremadura.
En su ponencia inicial, Rafael Sánchez trasladó que «todavía quedan sectores difusos a descarbonizar –como el transporte o la edificación– y, por tanto, todos los retos que tendremos a futuro se van a jugar en el ámbito urbano». Pero esos desafíos, señaló, no solo vienen dados por evitar la aceleración del cambio climático: «Ahora más que nunca, se unen otros nuevos relacionados con la seguridad de suministro. La invasión de Ucrania ha traído esta necesidad al primer plano». Por eso, recalcó, hay que «electrificar» y «acelerar la transición hacia fuentes renovables desde lo local, para que las ciudades sean capaces de fabricar sus propios recursos y reducir su dependencia energética».
Por su parte, Carlos León añadió que las ciudades «son lugares que atraen talento, provocan concentración de capital y, por tanto, son focos de creación que concentran a más del 60% de la población mundial». Pero «también contribuyen a agudizar problemas de sostenibilidad, ya que un 70% de las emisiones se genera en ellas». Por ello, «el reto es ver cómo podemos aprovechar esa capacidad de innovación que dan las ciudades para resolver los problemas que las mismas ciudades están creando». Y apuntó: «Tenemos que pensar en lo global desde lo local –sin abandonar las redes que nos conectan con el mundo–, apalancar el desarrollo en el entorno que conocemos, generando empleo, oportunidades y comunidades sostenibles».
En este sentido, Esther Paniagua puso de manifiesto que «si hay algo que esté guiando la transformación de la forma en la que vivimos y trabajamos en las empresas y las ciudades, es la sostenibilidad» y por ello «la sostenibilidad es la nueva revolución digital». Coincidiendo con ella, Pablo Cortés igualó a la sostenibilidad como «el punto de destino de un largo viaje». Tan es así que «tenemos una meta: los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU; tenemos un horizonte para alcanzarlos: el año 2030. Y tenemos un vehículo que nos llevará a ese desde tino: la digitalización. Por eso, la Junta de Andalucía ha aprobado la Estrategia de Especialización Inteligente para la Sostenibilidad 2021-2027, que será el marco para gestionar los fondos FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional), lo que asegurará que se destinen a sectores que contribuyan a construir una región más inteligente a través de la innovación y la digitalización, teniendo como punto final la sostenibilidad».
eCities: dos proyectos pioneros en España
«El concepto de ciudades sostenibles ya no es una teoría», afirmó Paniagua. Y continuó: «Precisamente, en Sevilla y Málaga, estamos llevando a cabo dos experiencias reales lideradas por la Junta de Andalucía, ayuntamientos y Endesa». Contadores inteligentes luz y agua que avisan cuando detectan consumos anómalos; sensores en pasos de cebra para vigilar su eficacia; vehículos cero emisiones comunicándose entre ellos; una gestión de los residuos en la órbita de la economía circular, donde los desechos de unos son las materias primas de otros; tejados coronados de paneles fotovoltaicos y comunidades energéticas que se compran y se venden la electricidad entre ellas… Todo esto ya es posible y ya se está implementando en España a través de dos iniciativas pioneras: eCitySevilla y eCityMálaga.
Ambos proyectos son fruto de la colaboración público-privada y a ellos ya se han sumado más de 100 entidades entre empresas, pymes, universidades y centros de investigación. Por un lado, la iniciativa eCity en Sevilla se propone transformar el Parque Científico y Tecnológico Cartuja en una «isla eléctrica» y descarbonizada, a través de un suministro energético totalmente renovable y digital, que sirva de modelo para las ciudades del futuro. El otro proyecto se llevará a cabo en Málaga TechPark, y el objetivo será convertir este entorno en un referente urbano de sostenibilidad y circularidad aplicada a la energía, el transporte, la edificación y los recursos.
«La digitalización es la herramienta que hace que la sostenibilidad se pueda llevar a cabo», continuó Paniagua, quien afirmó que «en ambos pilotos está siendo un pilar absolutamente imprescindible». Así, por ejemplo, «se utilizará inteligencia artificial para el ahorro de agua, de energía o para fomentar fomentar el vehículo compartido gracias a la optimización de las rutas». Al hilo, Rafael Sánchez aseguró que «la tecnología ya está inventada: se instalarán placas fotovoltaicas en las cubiertas, que se completarán con sombreados; la rehabilitación energética de los edificios ya está en marcha (se espera una mejora de la eficiencia de entre el 35% y el 45% del consumo actual) y la capa digital será el cerebro de ambos entornos».
En esencia, una ciudad más sostenible y cercana para sus habitantes sería posible desde mañana mismo si solo dependiera de la tecnología existente. Pero la realidad no es tan sencilla y pasa, según los ponentes, por que todos los elementos que la integran se impongan, como propósito común, ser más verdes. «Hay agentes y sectores que tienen que acelerar», apuntó Rafael Sánchez. «El viaje es largo, pero cabe preguntarse, ¿qué estás haciendo aquí y ahora? Tenemos claro que los combustibles fósiles ya pasaron su etapa. Esta es la década de la electrificación. Y hay que inocular ese sentimiento en el ámbito urbano desde ya. Para ello, nuestra tesis ha sido la de centrarnos en una parte de la ciudad y que esta se contagie al resto de ella o incluso a otras urbes. Terminaremos para 2025 y para 2027 (en Sevilla y Málaga, respectivamente). No esperaremos a 2050».
Carlos León coincide: «La tecnología no es un problema. Tenemos herramientas de sobra para dar soporte tecnológico a esta disrupción. Y además, tenemos el convencimiento y la voluntad. Pero claro, no sería un reto si lo tuviéramos resuelto. El camino se hace andando. Hitos como los proyectos eCity también nos animan, porque suponen poner negro sobre blanco. En un viaje, llegar a metas intermedias también da satisfacción», expresó. Pero hay dificultades a sortear como la falta de un marco regulatorio o la demanda de talento joven especializado, según el catedrático. La respuesta pasa, para él, en que todos los actores trabajen «juntos», porque «esto permitirá resolver «no solo el problema de la sostenibilidad –que es multidimensional–, sino otros que, seguramente, ahora no nos estamos ni planteando».
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