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Iberdrola

Iberdrola refuerza su puesto como agente clave para la descarbonización de Europa

El grupo opera seis plantas solares en el continente –sin contar las de España– y se mantiene como el mayor productor eólico de Europa, con 1.750 megavatios instalados

Ya está terminada la megabatería del Támega, uno de los proyectos renovables más grandes del mundo
Ya está terminada la megabatería del Támega, uno de los proyectos renovables más grandes del mundolarazon

Iberdrola prevé acelerar en los próximos años su presencia en energías renovables en Europa y reforzar su posición como un agente clave para la descarbonización de la economía en el Viejo Continente. Va por buen camino. La compañía opera 22.000 megavatios (MW) de energías limpias en el territorio. Así mismo, cuenta con inversiones y presencia en 15 países europeos, siendo sus principales mercados España, Reino Unido, Portugal, Alemania, Italia, Francia y Grecia.

En la actualidad, Iberdrola opera 48 plantas de energía renovable en Europa, sin contar las instalaciones ubicadas en España. De ellas, seis son parques solares y 42 son parques eólicos situados en siete países: Chipre, Francia, Grecia, Hungría, Polonia, Portugal y Rumanía. Esta cifra ha consolidado a la compañía como el mayor productor eólico del continente europeo, con más de 1750 megavatios (MW) instalados en eólica terrestre, a los que habría que sumar otros 350 MW de eólica marina. Gracias a su expansión internacional, la compañía se ha convertido en la primera energética europea por capitalización bursátil y la empresa más valiosa de la Bolsa española.

Ahora, ha dado un nuevo paso en sus planes para avanzar en la autosuficiencia energética en Europa con la puesta en marcha de su primera planta fotovoltaica en Italia. Una apuesta con la que la compañía pretende mantenerse a la cabeza de la revolución energética en Europa, donde tiene previsto invertir unos 40.000 euros hasta 2025 para avanzar en la transición energética.

El desembarco de Iberdrola en Italia se llama «Montalto di Castro», un proyecto de 23 MW situado en la región central de Lacio. La instalación suministrará energía suficiente para cubrir las necesidades de más de 12.000 hogares y evitará la emisión de 9.600 toneladas de CO2 a la atmósfera. Como curiosidad, cabe destacar que durante la fase de construcción se hallaron restos arqueológicos que datan de la época etrusca. Gracias a la cooperación entre Iberdrola y las autoridades del país, los materiales (cerámicas y armas de hierro) fueron trasladados al Museo Arqueológico Nacional de Vulci, una de las localidades etruscas más importantes de Italia. Además de la instalación de los más de 52.724 módulos fotovoltaicos que componen la planta, se ha ejecutado una subestación eléctrica para conectar el nuevo parque y una línea eléctrica para transportar la energía generada.

El objetivo de la compañía es fortalecer su apuesta por las renovables en el país con el objetivo de triplicar su cartera de proyectos hasta 2025, informó la compañía. Iberdrola cuenta con 43 proyectos en desarrollo en Italia que suman un total 1.500 MW, con el objetivo de triplicar la cartera renovable en el país a 2025. Además, la empresa ya ha recibido la autorización administrativa para la construcción del que será su segundo parque fotovoltaico en Italia: «Montefiascone», de 7 MW.

Para seguir incrementando los futuros desarrollos de Iberdrola en el país se ha firmado un acuerdo con GreenInvest para llevar a cabo 17 proyectos renovables fotovoltaicos y eólicos por un total de 327 MW. Asimismo, la compañía ha comenzado el desarrollo de otros cuatro proyectos que suman 288 MW. Con estas últimas operaciones, la cartera actual de Iberdrola en Italia ha alcanzado los 2.100 MW. Todas estas instalaciones permitirán a Iberdrola aprovechar las medidas del gobierno italiano a favor de la aceleración de las inversiones en renovables, cada vez más necesarias para liberar al país de la dependencia del gas natural de Rusia.

Por otro lado, la compañía cuenta con una importante cartera fotovoltaica en Portugal, donde se adjudicó siete lotes en la subasta de 2019, por 187 MW. Ya ha terminado la construcción de «Algeruz» (27 MW) y está construyendo las fotovoltaicas «Conde» (13 MW) y «Alcochete» (46 MW). Además tiene previsto comenzar en breve las obras de «Albufeira» (37 MW) e iniciar las de su mayor proyecto, «Carregado» (64 MW), a finales de este año, para terminar en 2023.

Adicionalmente, Iberdrola ganó en Portugal un lote fotovoltaico de la subasta de 2020 con 84 MW de generación de energía y 14MW de baterías. Cabe mencionar también el acuerdo que mantiene con el promotor de proyectos solares Prosolia Energy para la construcción de una planta fotovoltaica de 1,3 GW en la zona de Sines, en la región del Alentejo. Con los lotes obtenidos en la subasta fotovoltaica de 2019 (187 MW), Iberdrola va a triplicar su tamaño en un año en Portugal.

El parque eólico marino de «Wikinger» supuso la entrada de Iberdrola en el mercado alemán
El parque eólico marino de «Wikinger» supuso la entrada de Iberdrola en el mercado alemánlarazon

Nuevos pasos en eólica marina

Por otro lado, Iberdrola ya ha instalado la subestación de su primer gran parque eólico marino en Francia. Esta infraestructura, de unas 3.400 toneladas de peso, será el corazón energético del proyecto «Saint-Brieuc» de 500 MW, situado en la Bretaña francesa. Será la cuarta iniciativa de la empresa en el mundo y el segundo parque eólico marino en funcionamiento en este país, una vez que entre en operación en 2023.

La subestación será la encargada de recoger toda la electricidad producida por los 62 aerogeneradores con los que contará la planta. La próxima semana está previsto que se inicie en Francia el montaje de las cuatro primeras plataformas donde se situarán los molinos, que han sido construidas en Fene (A Coruña) por el consorcio Navantia-Windar, lo que ha supuesto la generación de 1.250 empleos directos. En total, el desarrollo de la instalación supondrá la creación de al menos 2.750 empleos entre Francia y España. Así mismo, la planta producirá unos 1.820 GWh/año, suficiente como para abastecer las necesidades de 835.000 hogares y evitar la emisión a la atmósfera de casi 200.000 toneladas de CO2 al año.

El apoyo de Iberdrola ha permitido a Navantia Seanergies convertirse en un referente global en la construcción de componentes de eólica marina y en el primer proveedor de este tipo estructuras en Francia, con uno de los mayores potenciales de desarrollo en esta industria en Europa. Iberdrola y Navantia-Windar suman contratos por un valor superior a los 1.000 millones de euros, incluyendo la adjudicación a Windar de las piezas de transición de los parques eólicos marinos de «Baltic Eagle», en Alemania y «Vineyard Wind 1», en Estados Unidos, así como los encargos ya culminados para «Wikinger», en el mar Báltico (también en Alemania), e «East Anglia One», en el Reino Unido. «Baltic Eagle» es el segundo gran proyecto eólico de Iberdrola en el mar Báltico y se ubicará a 30 kilómetros al nordeste de la isla de Rügen, frente a la costa de Pomerania. Sus 476 MW suministrarán energía renovable a 475.000 hogares.

Támega: de los mayores sistemas de almacenamiento de energía de Europa

El pasado lunes, el primer ministro de Portugal, António Costa, y el presidente del grupo Iberdrola, Ignacio Galán, inauguraron la gigabatería hidroeléctrica del río Támega, uno de los mayores sistemas de almacenamiento de energía de Europa, de los proyectos renovables más grandes del mundo y la mayor iniciativa en energías limpias de la historia de Portugal. La Gigabatería, con una inversión de más de 1.500 millones de euros, será capaz de producir 1.158 MW y de almacenar la energía que consumen 11 millones de personas al día en sus hogares. Esto evitará la importación de más de 160.000 toneladas de petróleo al año. Por otro lado, la construcción del complejo situado en el norte de Portugal ha contado con un ambicioso plan de acción sociocultural y ambiental que ha beneficiado a siete municipios y al que se han destinado más de 50 millones de euros. Su desarrollo se ha prolongado durante ocho años, por lo que ha generado decenas de miles de empleos entre España y Portugal, además de constituir un ejemplo de eficiencia energética y economía circular.