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ESA
Las olas de calor “secan” Europa: Inglaterra, Francia o Países Bajos dejan de ser verdes desde el espacio
Las imágenes tomadas por los satélites Sentinel-3 de la misión Copérnico muestran los efectos de las altísimas temperaturas sufridas este verano
Este verano, las olas de calor han azotado Europa con especial virulencia, así como el norte de África, importantes áreas de EE UU y Asia, con temperaturas que superaron los 40 °C en sitios donde nunca se habían dado, y superándolos ampliamente allí donde era algo excepcional, rompiendo muchos récords históricos. Las imágenes de la misión Copernicus Sentinel-3, de la Agencia Espacial Europea, muestran la escala de la ola de calor de Gran Bretaña mientras se cocía en temperaturas extremas en agosto.
Así, llama la atención que en la visión del espacio de Europa, habitualmente verde a excepción de algunas partes de España y Portugal, predomine el color marrón en las fotografías tomadas este verano, dando una imagen muy distinta de la que solemos tener.
La imagen, capturada el 12 de agosto de 2022, muestra que la tierra previamente verde del Reino Unido se vuelve marrón (particularmente en el sureste) en medio de las abrasadoras condiciones climáticas de esas fechas. La ola de calor se produce después de meses de temperaturas extremas y escasas precipitaciones que dejaron el paisaje reseco. Las condiciones secas también son visibles en partes de Francia, Bélgica y los Países Bajos.
Las severas olas de calor experimentadas en toda Europa este verano son un duro recordatorio de lo que nos depara el futuro. Los eventos climáticos extremos ocurrirán con mayor frecuencia e intensidad según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).
La misión Copernicus Sentinel-3 de la ESA no solo proporciona datos ópticos de cobertura global de dos días, sino que también lleva un instrumento radiométrico que mide la temperatura de la superficie terrestre de la Tierra, así como la del mar. Durante agosto de 2022, Sentinel-3 registró temperaturas superficiales terrestres extremas de más de 45 °C en el Reino Unido, 50 °C en Francia y 60 °C en España.
Estos datos también se han fusionado con observaciones satelitales archivadas para formar un registro de 25 años publicado recientemente de las temperaturas de la superficie terrestre global (de 1995 a 2020) desarrollado por la Iniciativa de Cambio Climático de la ESA junto con los principales científicos del clima de Europa. Este registro de datos muestra un aumento estable de la temperatura global de la superficie terrestre de 0,2 °C por década, con una fuerte variabilidad regional.
El seguimiento de las temperaturas de la superficie terrestre es útil para los científicos porque el calor que se eleva desde la superficie de la Tierra influye en los patrones meteorológicos y climáticos. Estas medidas son particularmente importantes para los agricultores que evalúan cuánta agua necesitan sus cultivos y para los planificadores urbanos que buscan mejorar las estrategias de mitigación del calor.
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