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Biomasa
Descarbonizar la industria en España gracias a la bioenergía
la biomasa aporta múltiples beneficios en términos de sostenibilidad
El compromiso que hemos asumido a escala global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero requiere descarbonizar la industria. Este reto insoslayable, junto con la sostenibilidad, deben convertirse en una oportunidad para aumentar la competitividad de las empresas. En España contamos con varios proyectos ejemplares liderados por compañías de diversos sectores, que demuestran el potencial de la biomasa para transformar el modelo energético en la industria.
La biomasa ofrece beneficios significativos. Por un lado, al sustituir los combustibles fósiles, puede generar considerables ahorros económicos y reducir las emisiones de CO2. Por otro lado, y no menos importante, apoya las iniciativas de sostenibilidad y economía circular de las empresas, posicionándolas como líderes en la transición energética para el resto de la sociedad.
Ejemplos como el proyecto de la mayor azucarera del país, ACOR, que cubrirá por completo con biomasa sus enormes necesidades energéticas, o los de Nestlé, La Seda, Grupo García Carrión y de empresas de sectores como el de las orujeras, los invernaderos o las panaderías muestran las ventajas de la biomasa como fuente de energía.
Cogeneración en azucarera
La cooperativa agropecuaria ACOR, propietaria de la mayor azucarera de España a partir de remolacha, en colaboración con ENSO, está construyendo en la localidad de Olmedo (Valladolid), el mayor proyecto de cogeneración con biomasa en España. Con 80 MWt de potencia, producirá 346.000 toneladas de vapor de proceso y 45.000 MWh de energía eléctrica en autoconsumo al año, suficiente para cubrir todas las necesidades de la azucarera.
Como fuente de energía, utilizará 90.000 toneladas al año de biomasa forestal de origen sostenible certificado bajo el esquema europeo SURE. La elección de este combustible, renovable y local, e independiente de conflictos externos en lugar de utilizar gas natural de importación, aumenta la competitividad de la cooperativa y le permite avanzar en su proceso de descarbonización al evitar la emisión de 60.000 toneladas al año de CO2. Además, la instalación generará trabajo directo a 30 personas e indirecto a otras 60 más.
Subproductos orgánicos
La industria alimentaria, que consume el 14% del total de energía que se usa en la industria nacional, dispone de la estratégica baza de la valorización de los subproductos biomásicos que genera para garantizarse el suministro de energía y la estabilidad en precios.
Por ejemplo, Nestlé España ha invertido más de 56 millones de euros en proyectos de sostenibilidad ambiental en sus fábricas durante los últimos cinco años. Entre estos proyectos destaca la caldera de biomasa en su fábrica de Gerona, que convierte los posos de café o marro en energía, reduciendo el consumo de gas natural en un 25% anual. Un claro ejemplo de economía circular, donde los subproductos del proceso de producción son reutilizados para la energía.
Otro caso paradigmático es el Grupo García Carrión, que cuenta desde hace 20 años con la bioenergía como una de sus fuentes de energía renovable más importantes. El grupo usa calderas de biomasa y reactores de biogás gracias a los que cubren más del 25% de las necesidades energéticas totales de la compañía, valorizando distintos subproductos como restos de podas, cáscaras de frutos secos, granilla de uva, huesos de almazara u orujillo extractado.
Desde 2015, en el polígono industrial de Villalonquéjar, en Burgos, la central de trigeneración, propiedad de Somacyl, suministra agua caliente, agua fría, vapor y electricidad 100% renovable a la factoría de L’Oréal. La red se ha ampliado en tres ocasiones desde entonces con nuevas calderas de biomasa forestal de cercanía para abastecer a más empresas del polígono.
Bioenergía y transición energética
El uso de biomasa local de origen sostenible para descarbonizar la industria en España permite reducir emisiones de CO2, ya que es una fuente de energía renovable, aumentar la seguridad energética al disminuir la dependencia de combustibles fósiles importados y controlar los costes operativos.
Si bien fuentes prometedoras de energía como el hidrógeno deben seguir desarrollándose, lo cierto es que la biomasa está disponible ya y puede, y debe, ser aprovechada por la industria nacional para liderar su transición energética. Incluso las industrias que no disponen de subproductos valorizables pueden aprovechar las ventajas de la biomasa gracias a las empresas de servicios energéticos, que se encargan de producir y suministrar la energía mientras aquellas atienden a su negocio principal.
Por último, en un futuro muy cercano, las tecnologías BECCS (Bioenergía con Captura y Almacenamiento de Carbono) ofrecerán un potencial adicional para la biomasa en el sector industrial al combinar la producción de energía renovable con la eliminación de CO2 atmosférico. Estas tecnologías serán indispensables para alcanzar objetivos de cero emisiones netas que se ha propuesto la UE. Implementar BECCS en industrias que ya utilizan biomasa aceleraría la transición a una economía baja en emisiones de carbono.
Estos casos y muchos más se podrán conocer en EXPOBIOMASA 2025, organizada por AVEBOIM en la Feria de Valladolid.
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