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Economía circular
¿Qué sucede en el interior del centro donde se diseña el reciclaje del futuro?
TheCircularLab, situado en Logroño, es el primer centro de innovación de economía circular de Europa. El 17 de mayo, Día Mundial del Reciclaje, cumplirá 6 años en funcionamiento
En Logroño (La Rioja), se ubica TheCircularLab, el centro de innovación abierta de Ecoembes. Un proyecto pionero en Europa que nace con la vocación de aglutinar todas las propuestas que, enmarcadas bajo el concepto de economía circular, persiguen impulsar las mejores líneas de innovación en el ámbito de los envases y su posterior reciclado. Está alojado en un edificio alimentado por energía solar y geotérmica, de piedra gris y colorido en su interior, y el próximo 17 de mayo, coincidiendo con el Día Mundial del Reciclaje, cumplirá su sexto aniversario.
Seis años han dado para mucho. Y es que, durante este tiempo, el centro ha trabajado en el reciclaje del futuro desarrollando 180 proyectos que tienen como objetivo mejorar todo el proceso: desde una aplicación, RECICLOS, que aplica la digitalización y premia el compromiso ciudadano con la separación de residuos a través de incentivos sociales y ambientales; pasando por contenedores inteligentes, que con tecnología optimizan procesos como la frecuencia de recogida, hasta investigaciones de nuevos materiales creados, por ejemplo, a partir de restos de frutas y verduras.
Todo este camino se ha logrado gracias a un ecosistema de innovación abierta, de la mano de más de 200 colaboradores, relacionadas con la economía circular, entre universidades, centros de investigación, emprendedores, empresas y administraciones. Y persiguiendo un objetivo común: pasar de un modelo lineal de usar y tirar a uno circular, donde los residuos vuelvan a ser recursos de nuevo.
Su premisa es evolucionar y mejorar todas las partes del proceso de reciclaje, para reciclar cada vez más y mejor. Y lo hacen a través de cuatro líneas de innovación: Ecodiseño, creando envases más sostenibles; Smart Waste, evolucionando la gestión de los residuos a través de la tecnología; Área Ciudadana, escuchando a la ciudadanía para impulsar su colaboración con el reciclaje; y Emprendimiento, apoyando el desarrollo de nuevas ideas y soluciones que ayuden a eficientar la gestión de los residuos.
En este sentido, y con la premisa de que el mejor residuo es el que no se genera, aquí se piensa en cómo deben ser los envases del futuro: estudiando, probando y desarrollando nuevos adelantos en todas sus fases de vida, desde su concepción hasta su reintroducción en la cadena. Se acompaña al envase desde que se diseña, hasta que se convierte en una nueva materia prima para fabricar, por ejemplo, otro envase.
Así, se buscan también nuevas soluciones de Ecodiseño, innovando en otros usos de los materiales; desarrollando una herramienta, PackCD, que analiza el impacto ambiental de los envases, o investigando nuevos materiales que luego puedan reciclarse, compostarse o biodegradarse. La meta: la sostenibilidad.
También, se han impulsado proyectos que, basados en la tecnología más puntera, persiguen la mejora de las infraestructuras del proceso de recogida, selección y reciclado de los envases. Como en el caso de Smart Waste, una herramienta que incorpora Inteligencia Artificial, sensores y sistemas de GPS en los contenedores, para eficientar la frecuencia de recogida; en los camiones, para optimizar las rutas que estos realizan; y en las plantas de selección, a la que llegan los residuos que el ciudadano deposita en los contenedores, para automatizar el control de la calidad de los materiales.
Y el futuro del reciclaje también pasa por hacérselo más fácil a la ciudadanía, para que recicle cada vez más y mejor. Por ello, desde este centro se fomenta la escucha al ciudadano, para conocer las inquietudes o dificultades que se encuentran al reciclar, para, en última instancia, poder ayudarles.
En este sentido, realizan estudios a través de plataformas como Whatsapp con comunidades de ciudadanos, planteándoles preguntas sobre su día a día, para conocer, por ejemplo, cómo tienen organizados sus espacios de reciclaje en casa.
Estamos hablando de un modelo que pretende hacérselo más fácil a los ciudadanos; pero también más eficiente y eficaz para las empresas y administraciones y, por supuesto, mejor para el medioambiente. Y que se plantea como un punto de encuentro también para muchas startups y emprendedores, actores sociales que afrontan también los grandes retos medioambientales. Aquí, las startups han encontrado un espacio donde trabajar de manera colaborativa con otros socios externos, como otras startups, empresas o administraciones.
En esta línea, el centro ha revisado y analizado a más de 10 mil startups procedentes de diferentes continentes y ha acelerado a 48 en tan solo seis años. También han puesto en marcha iniciativas como goCircular Radar, el primer mapa de empresas innovadoras dentro del ámbito de la economía circular y con la cual el centro visibiliza el trabajo de estas en el campo de la economía circular; o Circular Packaging Challenge, una competición europea entre startups, con la que se hicieron frente a diferentes retos relacionados con el sector.
Por último, tampoco han dejado de promover el talento joven, con CircularTalentLab, un programa formativo que ha acogido durante sus ocho ediciones a más de 65 jóvenes talentos para trabajar en materia de economía circular, reciclaje e innovación durante tres o seis meses para resolver un reto predefinido. Así, TheCircularLab se sitúa, tras estos seis años, a la vanguardia de un futuro cada vez más circular y respetuoso con el medioambiente.
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