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El reto pendiente del autoconsumo

España dobla a Alemania e Italia en el desarrollo de grandes parques, pero solo un 5% de la generación solar viene de tejados. Faltan, además, sistemas de acumulación

La energía producida por el autoconsumo representó el 19% del total de la generada en España y superó de forma puntual la electricidad de origen nuclear Cristina BejaranoLa Razón

El día del apagón, a muchos propietarios de instalación fotovoltaica les sorprendió comprobar como se quedaban sin luz. También la prensa de estos días resalta los casos de particulares, empresas o pueblos enteros donde pudieron seguir realizando sus actividades al margen de lo que ocurría. El «milagro» tecnológico que permitió la luz se llama sistema de respaldo o backup y asegura un suministro de energía constante y autónomo de la red general cuando se produce una avería por ejemplo. «La mayoría de los autoconsumos, como están enganchados a la red, se desconectaron por seguridad. Sin embargo, hay un tipo de inversores, los que tienen back up, que cuando detectan una caída de la red exterior, se pueden poner a trabajar en modo aislado, cortando la conexión. De esa forma, el propietario de autoconsumo usa la energía que genera», detalla Raquel Paule, presidenta de Fundación Renovables y secretaría de la Alianza por el Autoconsumo. La mayoría de las instalaciones no cuentan con estos sistemas (no hay datos oficiales, pero los consultados apuntan a que menos del 5% de usuarios las tienen) y suponen un coste de entre «500-700 euros totales más, pero necesitan contar también con batería», añade Paule.

Ahora, algunas semanas después del suceso, los instaladores confirman que el interés por los sistemas de acumulación ha creciendo exponencialmente desde el 28 de abril. «Ha aumentado considerablemente el interés por instalar baterías y luego sistemas de función aislada ¿Esto va a ocurrir otra vez? Pues en principio no; ese día ocurrió algo que todavía no se explica, pero creemos que ese interés es positivo y bueno para el sistema. Ya hemos conseguido democratizar la generación renovable, ahora hay que acompañarlo de acumulación. Disponer aguas abajo del contador de un equipo de acumulación permitirá poder jugar con la energía y aprovechar, por ejemplo, para cargar nuestra batería en los momentos en los que el precio de la red es más barato. Es el modelo hacia el que tenemos que ir», comentan Enrique del Valle, presidente de la Comisión de Industria y Energía de la Federación Nacional de Empresas de Instalaciones Eléctricas, Telecomunicaciones y Climatización de España (Fenie) y Jesús Román, secretario general.

La capacidad instalada de almacenamiento ronda los 155 MWh en autoconsumo, la mayoría, un 60% pertenecen a autoconsumos industriales, según el Informe anual del autoconsumo fotovoltaico 2024 de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA). Las industriales representan, además, casi un 74% de todo lo que se instala en España, frente al 24-26% del residencial.

Siguiendo las cifras de fotovoltaica en general, lo cierto es que el autoconsumo representa una porción pequeña. Un estudio publicado en 2024 por Global Energy Monitor afirma que en España se está instalando el doble de potencia solar que Alemania y Francia juntos; hay prácticamente 30.000 MW operativos en grandes parques y en fase de construcción hay otros 7.800. Sin embargo, llama la atención sobre el autoconsumo por su escaso desarrollo, «crecimiento anémico de la energía solar en los tejados» de España que «se ha quedado muy rezagada», dice. Solo el 5% de la capacidad solar del país corresponde a instalaciones a pequeña escala y en tejados residenciales, frente al 62% en Europa.

Si los precios de las instalaciones son ya accesibles (unos 7.000 euros en 2023 según datos de APPA), ¿Por qué esta diferencia? España llegó tarde al autoconsumo, desincentivando hasta 2018 por el conocido como «impuesto al sol», los siguientes años comenzó a crecer a buen ritmo y en 2022 vivió un verdadero boom con 2.500 MW nuevos, pero en los dos últimos años se ha vuelto a desacelerar el ritmo de instalaciones de autoconsumo, bajando hasta un 26% en 2024. «En España hay algo más de 8 GW. Cierto que el año pasado se instalaron unos 1.200-1.300 megavatios de potencia, y que lo que se generó con autoconsumo equivale al 3,7% de la demanda eléctrica nacional, sin embargo, el objetivo que tenemos marcado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de España establece que para 2030 tenemos que llegar al 11%. Es decir, estamos por debajo de lo que deberíamos instalar anualmente (1.700-1.800 MW) y eso es preocupante», comentan desde la Alianza para el Autoconsumo.

Autoconsumo cifrasTania NietoLA RAZÓN

Causas del retraso

Entre los motivos que encuentran los consultados para esta desaceleración destacan «una percepción de que la energía ahora es más barata que en la última crisis del gas y la falta de subvenciones. Cuando no las hay, mucha gente se retrae esperando nuevas convocatorias. Para nosotros no es la mejor fórmula para incentivar la instalación; tendríamos que transitar hacia un sistema de bonificaciones fiscales», considera Paule. Desde APPA piden, además trámites simplificados y «una mayor facilidad de acceso a la redes incluso para aprovechar la energía excedentaria». Y desde Fenie consideran también importante, «el tema de las distribuidoras con lo que es el punto de acceso y demás... esas tramitaciones tienen que ser sencillas. Todo esto a veces demora y desmotiva a muchos ciudadanos», señalan desde Fenie.

Comunidades energéticas

Si hasta ahora las instalaciones protagonistas han sido las industriales o las de viviendas unifamiliares, el reto ahora es la generación compartida en pisos de viviendas en ciudad (hay que tener en cuenta que el 67% de los españoles vive en edificios) y las comunidades energéticas en polígonos o zonas rurales sobre todo. Un informe de la Red de Acción Climática del año pasado recuerda que «España tiene 5,4 GW de autoconsumo instalado y ha aumentado un 1.200% desde 2018, pero sólo el 1% del mismo es colectivo».

Oseja de Sajambre, un pueblo de apenas 300 habitantes en pleno Pirineo tampoco sufrió el apagón porque cuentan con su propia infraestructura de abastecimiento energético y un sistema de funcionamiento en isla. Esta solución les ha salvado del apagón y también les protege desde hace años del aislamiento en invierno. Estas comunidades o «islas energéticas» garantizan la estabilidad del suministro en zonas rurales o de difícil acceso como esta y están viviendo un auténtico boom en los últimos años. Hay al menos 357 comunidades energéticas ya constituidas según el Observatorio de Energía Común (iniciativa desarrollada por Ecodes y Redeia).

Sin embargo, también este tipo de instalación tiene sus dificultades. Berta Caballero está poniendo en marcha una comunidad en Masegoso de Tajuña (Guadalajara) y las vive en primera persona. La mayor, dice, «es la la normativa que exige que se genere y se consuma dentro de un radio de 500 metros (en el caso de suelo industrial el radio es de 2km)». En su pueblo cuentan con un antiguo espacio degradado donde la gente antiguamente tiraba las basuras y que está catalogado como suelo rústico. «Sería ideal porque se aprovecharía una parcela que ya no sirve para la agricultura, pero con la ley en mano muchos vecinos quedarían fuera de la comunidad. En la zona donde estamos, entre Guadalajara y Soria, hay muchos pequeños pueblos muy juntos. Si se cambiara la normativa podríamos juntarnos tres pueblos en la misma comunidad energética». Raquel Paule de Alianza por el Autoconsumo comenta que para desarrollar en pleno estos autoconsumos colectivos también en bloques de viviendas, «el RD 244 de 2019, el que actualmente rige el autoconsumo, ha sido un muy buen Real Decreto -ha marcado un antes y un después y gracias a él se han alcanzado estos 8 gigavatios con los que contamos actualmente-, pero para la segunda etapa necesitamos un nuevo texto normativo que ayude a solventar varias de las barreras que hoy tenemos. Creemos que la figura de gestor del autoconsumo colectivo es muy importante y debería estar en la regulación para agilizar muchos de los trámites de los autoconsumos compartidos. También habría que reducir los tiempos de los permisos o los tiempos de solicitud de acceso a la red. Y nuestra petición estrella, que es aumentar la distancia entre generación y consumo, que actualmente está en 2 kilómetros. Creemos que en determinadas circunstancias es insuficiente, sobre todo en medio rural o cuando quieres hacer comunidades energéticas en un polígono industrial y dar ese excedente a esa población». Los instaladores recuerdan que «todavía queda mucho por hacer en autoconsumo y mucho espacio por ocupar en los tejados», dicen.