Comunidad de Madrid

Metamorfosis olímpica

Metamorfosis olímpica
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Que la capital lleve más de una década luchando por ser sede de los Juegos Olímpicos se ha convertido en una seña de identidad de la ciudad y también el motivo para que las distintas corporaciones municipales hayan hecho un esfuerzo extraordinario por incrementar las dotaciones deportivas de Madrid. Desde que, en el año 2000, el entonces alcalde José María Álvarez del Manzano anunciase su intención de concursar por la carrera olímpica son muchas las infraestructuras relacionadas con el deporte que han ido «brotando» por la capital.

El primer ejemplo lo tenemos en el reconstruido Palacio de los Deportes. Tras sufrir un fatal incendio en 2001, la Comunidad de Madrid lo rehizo de nuevo pero con un guiño a sus posibilidades como sede olímpica. Para la candidatura de 2012 se planeó como templo del baloncesto y en la reforma se ocuparon de que la superficie de juego, de 80.000 metros cuadrados, permitiese configurar las pistas para todo tipo de deportes. Tanto es así que, en 2016 pensaron que podría albergar las competiciones de judo y taekwondo. De hecho, su versatilidad ha permitido que, para los Juegos Olímpicos de Madrid 2020 se convierta en el lugar en el que se juegue el voleibol, después de que, en pro de la austeridad, se decidiese llevar las artes marciales a Ifema y aprovechar mejor todas las infraestructuras existentes.

Otra de las infraestructuras que se planearon a comienzos de la primera década del siglo XXI con los ojos puestos en los Juegos Olímpicos fue el Madrid Arena, que se levantó sobre el antiguo rocódromo de la Casa de Campo. Concebido desde sus comienzos como pabellón multiusos, también fue sede del Máster de Tenis de Madrid hasta que la Caja Mágica le tomó el relevo. En la candidatura de 2012 fue escogido para albergar el baloncesto ya que, durante dos temporadas, fue la base del Club de Baloncesto Estudiantes e, incluso, fue una de las sedes del Eurobasket de 2007. Desde 2016, la federación de balonmano quiso que fuese la sede de sus competiciones y así continúa en las actuales aspiraciones olímpicas, con el visto bueno de la federación internacional.

Nuevo centro de tenis

Del mismo modo, aunque se citaba en la candidatura de 2012, los miembros del equipo de Madrid 2016 pudieron presumir ante la Comisión de Evaluación del Comité Olímpico Internacional, que visitó la capital en mayo de 2009, del estreno de la Caja Mágica. El centro de tenis diseñado por Dominique Perrault es una de las joyas de las carreras olímpicas que no tiene competencia. Su construcción permitió subir de categoría al Master de Madrid, que se ha convertido en uno de los encuentros más importantes de la temporada de tenis. Se trata de una infraestructura emblemática de esas que sólo se suelen construir con Juegos Olímpicos de por medio pero que se ha convertido en parte de la ciudad y se sigue utilizando como centro internacional de tenis.

Estas tres infraestructuras deportivas ya están terminadas, pero hay al menos otras dos que desde el comienzo han formado parte de las candidaturas olímpicas y que seguirán adelante con Juegos o sin ellos para uso y disfrute de los madrileños. La primera es el estadio olímpico de La Peineta, que, desde su construcción en 1994, abandera el sueño olímpico de la capital, aunque el verdadero impulso lo tomó, ya perdidas las aspiraciones a 2012, con el primer convenio con el Atlético de Madrid, en el que cambiaban el estadio Vicente Calderón para continuar en el de San Blas. Una de las cosas que más valora el Comité Olímpico Internacional es el legado de los Juegos, y que un equipo de fútbol tan importante como el Atlético vaya a convertir La Peineta en su emblema, da a Madrid muchísimos puntos.

La joya de la corona

La permuta entre ambas instalaciones no sólo permitirá soterrar la M-30 que aún queda sobre la superficie a la altura del Calderón. También creará una nueva zona verde donde estaba la antigua fábrica de Mahou y permitirá a muchos más aficionados rojiblancos disfrutar de su equipo ya que el nuevo estadio amplía su capacidad. De hecho, las obras que actualmente se están ejecutando en La Peineta y cuya finalización está prevista para 2015 incrementan el número de asientos hasta más de 67.000. Con todo, en caso de que Madrid consiga los Juegos Olímpicos, el estadio necesitará ser remodelado para albergar las ceremonias de apertura y de clausura así como las competiciones de atletismo. Durante unos meses, el Atlético de Madrid tendrá que jugar los partidos de liga en otro estadio, ya sea en su ciudad deportiva o en los del Real Madrid o el Getafe.

Junto al estadio, está en proceso de construcción desde 2004 el Centro Acuático, que también se planeó desde la candidatura de 2012 para albergar las competiciones de natación, natación sincronizada, saltos y waterpolo. Esta infraestructura será, con Juegos o sin ellos, el futuro de los nadadores madrileños y una nueva área de ejercicio para los vecinos de San Blás. La única diferencia si Madrid es la elegida el próximo sábado o no es que el Centro Acuático estará terminado con mayor o menor celeridad. Tomará así el relevo a las piscinas del Mundial del 86, centro de élite que se sigue utilizando hoy en día y que se ha quedado pequeño por el incremento del número de nadadores en la capital.

Además de estas instalaciones hay otra infraestructura que, pese a no estar concebida como sede de una competición, sí que se proyectó como parte del legado de la ciudad. Se trata del Anillo Verde Ciclista que, al igual que la Red de Carriles-Bici de la ciudad, se proponía como sistema de transporte alternativo en unos Juegos que quieren evitar el uso del transporte privado, hasta el punto de que no se han planeado prácticamente aparcamientos en las sedes de competición. A cambio, habrá aparcabicis y con la entrada se podrá subir al transporte público de forma gratuita.