Movilidad

La sostenibilidad está por encima de la cuenta de resultados 

El máximo responsable de Volvo en España, José María Galofré, afirma que el plan climático de la marca es uno de los más ambiciosos de la industria. Será una empresa circular antes de 2040

C40 Recharge, Fjord Blue
C40 Recharge, Fjord BlueVolvoVolvo

«Desde el invento de la máquina de vapor, estos dos últimos siglos han transformado el clima del planeta. Actualmente la tierra tiene una temperatura media de 15 grados. Si pasamos a 18, tendremos serios problemas y si llegamos a 30, nos encontraremos con un mundo inhabitable, como Mercurio». Estas son las reflexiones de José María Galofré, CEO de Volvo en España. Un ingeniero especialmente preocupado por la sostenibilidad sin renunciar al desarrollo. Y representante de una empresa especialmente preocupada por el medio ambiente y con ambiciosos objetivos en este aspecto.

José María Galofré, CEO de Volvo Car España
José María Galofré, CEO de Volvo Car EspañaVolvoVolvo

Porque según la hoja de ruta publicada por la empresa sueca, y que, por el momento, va cumpliéndose de manera rigurosa, Volvo Cars se convertirá, antes de 2030, en un fabricante de vehículos exclusivamente eléctricos y hasta entonces tiene previsto lanzar una gama totalmente nueva de vehículos eléctricos puros durante los próximos años, en una de las estrategias de electrificación más ambiciosas del sector. Este objetivo forma parte de su aspiración de convertirse, antes de 2040, en una empresa sin impacto sobre el clima; de ahí sus esfuerzos por reducir sistemáticamente las emisiones de carbono en todas sus actividades.

Explica Galofré que las inversiones globales en energías limpias «tendrían que duplicarse en la década de 2020 para mantener las temperaturas muy por debajo de un aumento de dos grados e incrementarse más del triple para que fuese viable una estabilización en un grado y medio del aumento de la temperatura mundial. Pero estos esfuerzos para preservar el planeta tendrán, asimismo, beneficios económicos para su empresa ya que en el plan diseñado se prevé ahorrar mil millones de coronas suecas, es decir, unos cien millones de euros, y reducir en 2,5 millones de toneladas sus emisiones de carbono a partir de 2025 gracias a los principios de la economía circular. Para cumplir su objetivo, el fabricante creará circuitos cerrados para las materias primas más contaminantes, como el acero y el aluminio, además de potenciar la refabricación, reparación, reutilización y renovación de piezas.

«El plan climático de Volvo es uno de los más ambiciosos de la industria», indica el CEO en España que afirma que en Volvo se está dando a este aspecto la misma importancia que siempre han concedido a la seguridad. Para convertirse en una empresa circular antes de 2040, todas las piezas de los Volvo deberán diseñarse, desarrollarse y fabricarse de manera que puedan ser utilizadas y reutilizadas por la propia empresa o por sus proveedores. La empresa quiere optimizar el uso de los materiales, componentes y vehículos y, al mismo tiempo, evitar los residuos. Esto le permitirá ahorrar recursos financieros y contar con nuevas fuentes de ingresos, además de reducir significativamente su impacto medioambiental.

Reutilizar baterías

Un plan que ya se ha iniciado en determinadas piezas, como cajas de cambio y motores, para optimizar el aprovechamiento de materiales y reducir las emisiones. En 2020 se refabricaron unas 40.000 piezas, lo que evitó la emisión de casi 3000 toneladas de CO2. El objetivo para 2025 es duplicar, como mínimo, sus actividades de refabricación. Para garantizar que los materiales valiosos se mantengan en circulación, la empresa recicló el año pasado el 95% de los residuos generados durante la producción. Esto incluye el reciclaje de 176.000 toneladas de acero que ha evitado la emisión de casi 640.000 toneladas de CO2.

Un proyecto importante dentro de esta política de economía circular es el de la reutilización de las baterías de los coches eléctricos. Según explicó Galofré, al utilizar las baterías en otras aplicaciones de almacenamiento de energía distintas a las de los automóviles, no sólo se extiende su vida útil, sino que, además, se pueden conseguir nuevas fuentes de ingresos y de ahorro de costes con posibles aplicaciones de segunda vida para sus baterías de alta tensión, como un sistema de almacenamiento de energía solar. También se estudia cómo envejecen las baterías cuando se reutilizan en aplicaciones que exigen un uso bastante menos agresivo que el de un vehículo.

No obstante, según indicó el directivo de Volvo, todos estos objetivos pasan por conseguir una colaboración de los gobiernos de los diferentes países. «Necesitamos que los Gobiernos y las empresas energéticas de todo el planeta refuercen sus inversiones en capacidad de energía limpia y en la infraestructura de recarga correspondiente para que los vehículos eléctricos puros puedan cumplir de verdad la promesa de una movilidad más limpia». Explicó que, por ejemplo, si un conductor carga su C40 Recharge con energía limpia, como la energía eólica, la huella de CO2 del ciclo de vida completo del vehículo se reduce a menos de la mitad que la de un Volvo XC40 tradicional con motor de combustión. Si la carga se realiza con electricidad generada a través de combustibles fósiles, esa diferencia es mucho menor. Puede pasar de 27 a 50 toneladas de CO2 a la atmósfera. Por lo tanto, la energía limpia es un factor fundamental a la hora de reducir la huella de carbono que implica fabricar un vehículo eléctrico. En esta línea, Galofré se refirió al retraso que sufre España en la instalación de una eficaz red de cargadores: «Estamos en solo unos doce mil, cuando ya deberían estar funcionando ciento cincuenta mil», indicó.

Por lo que respecta al mercado europeo, la marca sueca está incrementando rápidamente su electrificación. Mientras en el año 2020 vendió el 20% de sus coche híbridos enchufables, esta proporción se duplicó en el pasado ejercicio. Para este año prevé que el 65% de sus ventas sean PHEV y el 21% totalmente eléctricos. En España, en 2020, la proporción de enchufables se quedó en el 10% y llegó al 25% el pasado año. Para 2022 espera llegar al 40% de electrificados, con un 30% de híbridos enchufables y un 10% de BEV, o eléctricos puros.

Y es que, según los cálculos de la marca, actualmente resulta más económico la compra de un Volvo XC40 hibrido enchufable que un modelo similar con motor de combustión. Concretamente, la cuota mensual en el primer caso es de 500 euros y en el segundo, de 560 euros. Y eso, sin contar el ahorro de combustible con las gasolinas a precios máximos. La mayor valoración del precio de recompra al final del contrato de «renting» provoca esta situación.

Este esfuerzo por la sostenibilidad se ha trasladado asimismo a la red de concesionarios españoles, que han reducido su consumo de plásticos en ocho toneladas anuales y además retiran tonelada y media de plásticos del mar. Una valiosa, aunque pequeña aportación al mundo marítimo ya que se calcula que hay en el mar más de doscientos millones de toneladas de plástico.