¿Pierden las motos interés por parte del público joven?

El mercado de la motocicleta siempre ha sido el más apetecido por los más jóvenes. Pero es esta una tendencia que parece que está cambiando, según indica un estudio realizado por el portal motor.net y pudimos comprobar personalmente en el Salón Vive la Moto celebrado el pasado fin de semana en Madrid. La edad media de los visitantes de los dos pabellones de Ifema que albergaron la feria superaba los cuarenta años.

El estudio de referencia, que se publicó el pasado miércoles justo un día antes de la exposición madrileña, aporta varios datos de interés. Los dos principales es que aumenta la demanda en la franja entre 36 y 40 años y que se ha reducido en ocho meses el tiempo de cambiar de motocicleta, al pasar de 6 años a solo cinco años y cuatro meses. Por otra parte, la moto eléctrica no acaba de arrancar por su elevado precio y su escasa autonomía respecto a las de combustión.

Se destaca, asimismo, un cambio de tendencia por sexos: si en la anterior oleada de 2019, el 52% de compradores eran mujeres, en esta ocasión representan el 44,3%. También crece en casi dos años la edad media de los compradores, que pasa de 34,6 a 36,2. Entre los futuros compradores, se sitúa en 40,4 años. Otro dato enormemente llamativo en relación con el nuevo perfil de comprador está en su decisión de compra antes de elegir una moto. Es decir, es mucho más analítico y se informa con antelación. Si en 2019, el 41% se consideraba reflexivo, ahora este porcentaje se dispara hasta el 64%, un crecimiento de más de 20 puntos en sólo dos años.

El proceso de cambio de vehículo también ha sufrido una alteración, aunque no especialmente significativa. El estudio de este año indica que el comprador tarda 8 meses menos en cambiar de moto: 5,4 años, frente a los 6 años de 2019. Pero curiosamente realiza más kilómetros antes de proceder al cambio: 8.267 kms frente a los 7.400 kms de 2019. Resulta significativo el hecho de que el scooter sigue siendo un vehículo que cumple una clara necesidad funcional –desplazarse de manera ágil y rápida, sobre todo en ciudades, según el 51% de los usuarios, mientras que la motocicleta se usa para salir a hacer rutas (34%).

Otro dato interesante es que ocho de cada diez compradores optan por un modelo nuevo y cinco de cada diez se han planteado adquirir uno de segunda mano. Entre los motivos que destacan quienes se deciden por una nueva se encuentran la seguridad (44%), el placer de estrenar moto (38%) y la garantía (36%). En cambio, entre los que optan por una moto de segunda mano, el precio (75%) sigue siendo, con diferencia, la principal razón.

Se han analizado además las tendencias de consumo de las motos eléctricas. Entre los usuarios que se plantean comprar una, destacan especialmente el hecho de que contamina menos que una de combustión (60%) y su reducido consumo (51%). En el otro lado de la balanza, sin embargo, pesa su escasa autonomía (40%) y su elevado precio (39%). Respecto a la autonomía, a los compradores de motos propulsadas por baterías les gustaría que tuvieran una autonomía media de 156 kms por ciudad y 322 kms por carretera, valores superiores a los actuales, que les obligan a recargar con mayor frecuencia y limitan su libertad de movimientos. La moto sigue siendo un vehículo considerado seguro ante eventualidades como la Covid. Así lo creen el 73% de los encuestados. Por eso, según el estudio de motos.net más del 50% del público planea aumentar su uso como medio de transporte alternativo, seguro y fiable.