Lexus reinterpreta el lujo en los todocaminos con el nuevo RX

Desde su lanzamiento, hace ya cinco lustros, el Lexus RX ha sido sinónimo de lujo y amplitud en el campo de los SUV del segmento más elevado. Ahora se ha renovado completamente manteniendo sus características de diseño espectacular, lujo interior y posibilidades de diferentes motorizaciones híbridas, incluida una PHEV enchufable. Un paso más dentro de la electrificación de esta marca, cuyos modelos híbridos ya suponen el 90% de su producción. El RX dispone de tres versiones y cuatro terminaciones diferentes en una amplia gama de precios que arranca en los 81.300 euros.

La aceptación del modelo en todo el mundo lo demuestran las ventas que ha tenido desde su lanzamiento. Más de tres millones y medio de unidades comercializadas, de las cuales trescientos mil se han vendido en Europa y doce mil en nuestro país. Una cifra importante que pone de relieve el buen momento que esta marca de lujo de Toyota está atravesando en España, con unas ventas en continuo crecimiento que, tras el buen ejercicio pasado, les hacen ver con optimismo los dos próximos años. Dentro de la oferta de SUV, la gama de Lexus cuenta con los modelos NX, RZ y RX, siendo este último el destinado al mercado «premium». Su calidad de fabricación lo avalan la garantía de la marca por un millón de kilómetros o diez años de vida, incluida baterías.

Esta quinta generación ha supuesto una renovación completa para el RX, que cuenta con un 95% de sus piezas nuevas. Algo que se puede apreciar solo con mirar sus formas externas, definidas por sus diseñadores como «doble punta de flecha», ya que la parrilla, que ocupa la mayor parte del frontal, parece que continúa en los extremos con la carrocería. Las entradas verticales de aire, los nuevos grupos ópticos delanteros, más afilados, y el ancho de vías ligeramente más grande le dan un aspecto de poder que se acrecienta gracias a que el capó se ha alargado, desplazando el pilar delantero más atrás, y la distancia entre ejes se ha incrementado en seis centímetros. Los grandes pasos de las ruedas traseras y las llantas de 21 pulgadas añaden una sensación de robustez. En la parte trasera se ha sustituido el habitual logo de Lexus por letras y los pilotos se integran en una tira luminosa que abarca toda la anchura del vehículo y envuelve las esquinas para reforzar la amplitud del conjunto.

El interior responde a lo que esperamos en un modelo del mercado «premium», es decir, empleo de materiales de primera calidad, bien diseñados y ajustados, pero sin estridencias y utilizando materiales naturales, como el cuero vegetal o la madera del volante multifunción, que es de bambú. Destaca en el salpicadero la pantalla de 14 pulgadas con todas las conexiones habituales y datos del coche que se reflejan en el parabrisas. Sus dimensiones son de 4,89 de largo, por 1,69 de alto y la batalla, que se ha incrementado en seis centímetros hasta los 2,85 metros, lo que permite un gran espacio interior para los ocupantes de las plazas posteriores. Otro espacio importante es el del maletero, con una capacidad de 612 litros, ampliable hasta los 1.678 si abatimos los respaldos de los asientos traseros.

Construido sobre la plataforma GA-K, que le otorga una mayor rigidez, el RX dispone de algunos sistemas sofisticados, como dirección trasera dinámica que hace que el eje posterior gire cuatro grados en sentido contrario al delantero a baja velocidad, lo que facilita maniobras como las de aparcamiento. Otros detalles sofisticados pueden ser el sonido Mark Levison con 21 altavoces, o todos los sistemas de ayuda a la conducción, incluida la vigilancia de la cara del conductor para detectar signos de cansancio o somnolencia. O la apertura de las puertas, que se bloquean unos instantes si detectan la presencia cercana de una moto o ciclista que pueda impactar con ellas.

El RX, cuya comercialización se inicia en pocos días, se ofrece en tres versiones de diferentes motorizaciones y cuatro terminaciones. La de iniciación, a un precio de 81.300 euros, es el híbrido RX350, que monta un motor de 2,5 litros que desarrolla 250 caballos y acelera de 0 a 100 en 7,9 segundos. En el caso del 450H, de 88.500 euros, la potencia de este bloque asciende hasta los 309cv. y la aceleración se reduce a 6,5 segundos. El alto de gama, a 111.300 euros, es el 500H híbrido enchufable, con un bloque 2,4 turbo y dos motores, uno por cada eje, que llega a 371 caballos, acelera en solo 6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 210 por hora autolimitada. Su caja es automática de seis velocidades con levas en el volante y una conducción cómoda, silenciosa y con una gran retención del motor que hace que casi no tengan que utilizarse los frenos en una conducción normal.

Uno de sus principales avances es el sistema Direct4 gracias al cual la distribución entre el par motor delantero y trasero se ajusta para conseguir el rendimiento ideal, pudiendo ir desde 100:0 hasta 20:80, en función de la situación de conducción. Al arrancar y al circular por una recta, el sistema ajusta la proporción entre 60:40 y 40:60, suprimiendo el cabeceo y ofreciendo una sensación de aceleración directa. En las curvas, el sistema aprovecha información como la velocidad del vehículo y el ángulo de la dirección para determinar la distribución de la fuerza de tracción y asegurar la estabilidad de manejo. La fuerza se desplaza hacia el eje delantero (70:30 a 50:50) al tomar una curva, y luego se lleva más hacia atrás (50:50 a 20:80) al salir de la curva, para disponer de una buena tracción y mantener la estabilidad.