Prueba
Avenger: un eléctrico diferente
El Jeep más sostenible se aleja del carácter todocamino de sus hermanos de gama, pero ofrece un rendimiento notable en ciudad. La relación calidad-precio es buena
La obligación de fabricar coches cien por cien eléctricos provocó dudas sobre el futuro de algunas marcas. No porque fueran a desaparecer, pero sí porque esto pudiera afectar a su esencia. Era el caso de Jeep, sin embargo, ha ocurrido todo lo contrario. Sus modelos híbridos enchufables han dado más poder y fuerza todavía a vehículos míticos como el Cherokee o el Wrangler y ahora solo quedaba por ver cómo sería su primer modelo cien por cien eléctrico: el Avenger.
Se trata de un coche de carácter urbano con una longitud de 4,08 metros que incorpora cosas muy interesantes y que podría decirse que aporta algo distinto a sus rivales. Personalidad no le falta, es diferente al resto, pero ojo, quienes esperen un verdadero y auténtico Jeep todocamino como puedan ser el Renegade o el Cherokee no lo van a encontrar. Quienes hayan disfrutado de un Jeep con anterioridad no pueden esperar algo similar. El planteamiento del Avenger es diferente. Tiene un motor que rinde una potencia equivalente a 156 cv y firma una autonomía de 400 kilómetros, que pueden ser algo más si solo hacemos recorridos urbanos. El diseño del coche responde a los criterios de la marca americana, aunque se haya creado y desarrollado en, por y para Europa. También cuenta con otras versiones con motor de combustión e hibridación ligera. Alrededor de la carrocería se concentran muchos detalles de diseño que hablan de la personalidad de Jeep, pero en el interior encontramos poco de su esencia.
El volante reduce su tamaño, pero a cambio encontramos la horizontalidad típica de los Jeep en el salpicadero. El cuadro de instrumentos es totalmente digital, no ofrece demasiada información, y la que proporciona lo hace de forma clara y sencilla. La posición de conducción es buena y los asientos delanteros ofrecen comodidad. El espacio atrás es más justo y en este caso, el maletero firma un volumen más que adecuado de 355 litros. A nivel de conectividad es compatible con Apple de forma inalámbrica y, en general, su funcionamiento es claro y rápido, aunque no estaría de más que algunas ayudas como la cámara de visión marcha atrás tuviera mayor agilidad a la hora de ofrecer la imagen. En la zona central tiene una gran guantera en la que cabe de todo que además incluye una base para la recarga del teléfono sin cable. Lo que sorprende es que este generoso y práctico espacio no incluya de serie la tapa que oculta lo que guardemos en su interior. Forma parte del equipamiento opcional. Otro detalle que resulta curioso es el sonido que acompaña el funcionamiento de los intermitentes, que no es el típico «tic tac». Parte del sonido de una batería estilo rock que resulta “curioso” pero que puede resultar cansino en algún momento. Y no se puede optar por otro sonido.
A nivel dinámico el coche está muy bien conseguido. Es cómodo, ágil, práctico y conforme pasan los kilómetros la adaptación resulta convincente. No tiene unas prestaciones asombrosas, pero todo lo hace de forma más que correcta y bien. En ciudad y en vías interurbanas su comportamiento es realmente bueno. Firma un consumo de unos 16 kW/h, una cifra realmente buena que ofrece mucha confianza, algo de lo que carecen algunos coches eléctricos. Además, su tiempo de recarga es realmente bueno si lo que queremos es conseguir rápidamente algo de autonomía para seguir circulando. Otra cosa es querer viajar por autovía. No es un coche para esto, aunque no signifique que no se pueda hacer. Después de realizar unos 1.800 kilómetros en esta clase de carretera y con temperaturas bajas, algo que no ayuda a los coches eléctricos, rodar a 120 km/h resulta casi inviable si no queremos convertir el trayecto en una pesadilla. El consumo se eleva por encima de los 20 kW/h y la autonomía (no más de 200 kilómetros guardando margen) se resiente por lo que el tiempo de las paradas para recargar aumenta. Tiene varios modos de conducción, incluido alguno específico para arena y barro, a pesar de no tener tracción total. Con ayudas, el Avenger eléctrico se puede adquirir desde 29.000 euros. La relación calidad-precio es realmente buena.
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