¿Conviene que frenemos cuando vemos a un coche patrulla en la autopista?

Cuando vemos un coche de la Guardia Civil en la autopista, pisamos un poco el freno instintivamente. En realidad, es una reacción lógica, porque si la Dirección General de Tráfico emite 4 millones de multas, nada más y nada menos que3 millones corresponden a infracciones por exceso de velocidad. Lo cierto es que ni siquiera sabemos si el coche patrulla tiene un radar… o su realmente existe un radar capaz de certificar que efectivamente estamos sobrepasando el límite de velocidad… cuando la medición se hace desde un coche en marcha.

¿Un radar puede medir la velocidad estando en movimiento?

Hay alrededor de 2.500 radares de velocidad -entre fijos y móviles- distribuidos en las carreteras españolas. Estos aparatos se mantienen siempre vigilantes en que nadie se pase de la raya. Y quién lo haga... tiene premio. Teniendo en cuenta que en torno a un 43% de los conductores españoles reconoce sobrepasar con frecuencia los límites de velocidad establecidos... y que una velocidad excesiva es uno de los mayores factores de riesgo en carretera, siendo la causa de uno de cada cuatro accidentes de tráfico con víctimas mortales… es una precaución justificada.

Los radares móviles son -sin lugar a dudas- los más 'peligrosos', porque si andas un poco despistado, puede 'cazarte' uno que esté sujeto a un guardacarril o uno que esté instalado en un coche de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (y no todos están rotulados).

Entonces, si circulamos por la autopista y adelantamos a un coche de la Guardia Civil que tenga instalado uno de estos radares móviles… sí que puede ponernos una multa por exceso de velocidad. Ahora bien, también deberíamos tener presente que un agente de tráfico puede multarte por otros muchos motivos… y no solo por exceso de velocidad.

Por ejemplo, si realizas alguna maniobra brusca, como meter un frenazo, dar un volantazo o adelantar muy rápido, entonces también se te puede multar por conducción temeraria. Y eso está penado con una multa de 200 euros. Y si el agente de tráfico considera que estamos poniendo en riesgo directo a otros usuarios de la vía, la multa podría ascender hasta los 500 euros y 6 puntos del carnet. Conviene recordar también que al ser el agente de tráfico un agente de la autoridad, goza de presunción de certeza. Es decir, que en una situación del tipo “es mi palabra contra la tuya” ... será él quien tenga todas las de ganar.

En conclusión, el testimonio de un agente es más que suficiente para multarnos por infracciones que no estén relacionadas con la velocidad. Así que, si estás circulando por la carretera junto a un coche de la Guardia Civil dentro de los límites de velocidad, frenar no tiene ningún sentido. Sólo debes bajar la velocidad si el coche patrulla tiene encendidas la sirena y consideras que es la forma más segura de apartarte de su trayectoria. Lo que nunca debes hacer es realizar maniobras bruscas o sin la utilización de los intermitentes.