La DGT, centro de las críticas por su documento sexista

La Dirección General de Tráfico ha sido en las últimas horas el centro de las críticas de automovilistas de toda España tras publicar un estudio sobre seguridad vial visto desde la perspectiva de género. El trabajo, financiado por la DGT con, al parecer, 13.000 euros según algunas fuentes, ha sido realizado por Murgibe, una empresa que se define como “Consultoría de Igualdad” y propone, entre otras ideas, incorporar módulos de género obligatorios en los programas para obtener o renovar el carnet de conducir.

Las cuatro mujeres autoras de este trabajo, Begoña Murguialday, Verónica Paz, Itxasne Martínez y Amaia Bosque, argumentan que los comportamientos “vinculados con la prudencia, el respeto a las normas, la no violencia, la tranquilidad, la paciencia, etc… “ son más representativos de las mujeres, mientras que, en cambio, vincula al hombre “la representación social de la masculinidad como símbolo de riesgo, agresividad, velocidad, etc…”.

En esta línea, se propone crear materiales de educación y programas-talleres que cuestionen el concepto de masculinidad “como sinónimo de comportamientos orientados al riesgo, no respetuosos con las normas, el gusto por la peligrosidad, etc…” Y en otro apartado se vincula la masculinidad como sinónimo de comportamientos orientados al riesgo y su impacto negativo en la carretera. Se insiste además que los jóvenes tienden a tener conductas más agresivas en comparación con las mujeres.

En otra parte del estudio se propone incluir en los cursos de seguridad vial técnicas de empoderamiento para las mujeres, como la mejora del conocimiento del vehículo y de su capacidad de acción-reacción. En otros capítulos se insiste en llevar a cabo un “cambio en los modelos de ser mujer y de ser hombre, que se van construyendo desde el momento de nacer a través de diferentes agentes socializadores, entre ellos el entorno familiar y educativo”.

También se plantea entrar en el campo de las autoescuelas, proponiendo la organización de talleres de sensibilidad en materia de género dirigidos a los profesores de estos establecimientos, así como incluir entre sus conocimientos “una formación trasversal”. Las reacciones de las asociaciones de automovilistas han cuestionado la totalidad del estudio argumentando que ninguno de los argumentos expuestos tiene una base científica en que asentarse.