Multas

Estas son las costumbres de los conductores más habituales bajo sanción

El grueso de las multas de tráfico en las carreteras españolas están relacionados con varios hábitos de conducción que son muy comunes y peligrosos:

Un agente de la Guardia Civil regulando el tráfico. Fotografía de ARCHIVO02/06/2021
Un agente de la Guardia Civil regulando el tráfico. Fotografía de ARCHIVO02/06/2021GUARDIA CIVILGUARDIA CIVIL

Para que todos podamos viajar con seguridad, es necesario que cualquier maniobra esté sometida a unos límites muy claros. En nuestro país, estos límites están impuestos por el Reglamento General de Circulación. En muchos casos, las normas que contempla la normativa son lógicas, razonables y esperables. Sin embargo, hay situaciones donde la voracidad recaudadora de la Dirección General de Tráfico nos sorprende.

Por ejemplo, pueden multarnos por ir demasiado abrigados o por mordernos las uñas (no es una exageración). Ahora bien, los casos mencionados anteriormente son realmente excepcionales… y suponen una ínfima parte de la recaudación total de la Dirección General de Tráfico. En realidad, el grueso de la recaudación se debe a otros hábitos de conducción que son mucho más comunes y peligrosos:

Agente de la Guardia Civil de Tráfico. GUARDIA CIVIL
Agente de la Guardia Civil de Tráfico. GUARDIA CIVILGUARDIA CIVILGUARDIA CIVIL

Exceso de velocidad

Hay alrededor de 2.500 radares de velocidad -entre fijos y móviles- distribuidos en las carreteras españolas. Estos aparatos se mantienen siempre vigilantes en que nadie se pase de la raya. Y quién lo haga... tiene premio. Teniendo en cuenta que una velocidad excesiva es uno de los mayores factores de riesgo en carretera y que -según la Fundación Línea Directa y la Universitat de València- uno de cada cuatro accidentes de tráfico con víctimas mortales se puede relacionar directamente con el exceso de velocidad… es una precaución justificada. Sobre todo porque en torno a un 43% de los conductores españoles reconoce sobrepasar con frecuencia los límites de velocidad establecidos.

Ebriedad y conducción

Conducir bajo los efectos del alcohol y otras drogas es tremendamente peligroso. La mitad de los conductores que fallecieron en las carreteras españolas durante el año 2021 dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos en el análisis forense, según la memoria anual del Instituto Nacional de Toxicología. Concretamente, un 49,4 % eran positivos a estas sustancias de forma aislada o en combinación.

Los límites legales que no podemos sobrepasar son: en el caso de los conductores noveles, de 0,15g/l en aire espirado y 0,3′ g/l en sangre. Una vez cumplidos los dos años de permiso de circulación esta tasa aumenta hasta los 0,25g/l y 0,50g/l, respectivamente. En el caso de los conductores profesionales la tasa de alcoholemia es de 0,30 gramos de alcohol por litro en sangre o 0,15 miligramos por litro en aire expirado. Cabe recordar que la DGT en el consumo de alcohol es muy clara y expone que “la única tasa realmente segura es 0,0 g/l”.

Usar el teléfono móvil al volante

El pasado 21 de marzo entró en vigor la nueva Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. El nuevo texto introdujo una serie de cambios, entre los que se encontraban mayores restricciones al uso del móvil y otros dispositivos mientras se conduce. Estas llegan ahora al punto de poder ser multado por el hecho de tener el móvil en la mano mientras se está al volante o de manejar el navegador del vehículo a través de la pantalla táctil del salpicadero a la vez que se conduce.

Agentes de la Guardia Civil realizan un control de tráfico
Agentes de la Guardia Civil realizan un control de tráficoEmilio NaranjaAgencia EFE

Cinturón de seguridad

Todos los pasajeros deben llevar puesto su cinturón correctamente abrochado. Según los datos que ofrece la DGT, un 23 por ciento de las personas fallecidas desde el 2015 al 2021 no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Por eso, los adultos que no lo hagan recibirán una sanción de tres puntos y 200 euros. Otras sanciones que también están muy generalizadas son por conducir con el permiso caducado, no tener la ITV al día o conducir sin el seguro obligatorio del vehículo.