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Tráfico

Este es el truco para saber si un semáforo tiene un radar: puedes evitar multas de hasta 200 euros

El objetivo de estos dispositivos es salvaguardar la seguridad de conductores y peatones

En Resumen
Imagen de archivo de un radar. En España, es una de las principales fuentes de financiación de la DGT istock

La supervisión de la circulación de los automóviles y la seguridad de los usuarios es una de las asignaturas pendientes de la Dirección General de Tráfico (DGT). Es por ello que uno de los elementos más importantes en este sentido son los radares situados en las carreteras españolas.

Normalmente, y con los diferentes límites de velocidad establecidos en las vías, estos aparatos se aseguran que los diferentes conductores, a mando de sus propios vehículos, no superen estos límites, sacando imágenes y midiendo los kilómetros por hora que alcanzan los automóviles.

Si un conductor supera la velocidad permitida, la DGT emite una sanción, normalmente económica, aunque dependiendo de la gravedad, también puede incurrir en una pérdida de puntos o, incluso, el propio carnet de conducir.

En este sentido, la DGT también ha incorporado, desde hace un tiempo, cámaras ubicadas en los semáforos que vigilan que estas señales luminarias no sean ignoradas por los conductores.

¿Cómo funcionan estos semáforos con radar?

Estos radares, que se sitúan en una estructura fija antes de la línea de parada, están equipados con dos cámaras que supervisan si un conductor se salta o no un semáforo, sacando dos imágenes: una antes de cruzar el semáforo y otra después. Luego, estas se envían al conductor junto con la correspondiente sanción.

Imagen de archivo de un radar. En España, es una de las principales fuentes de financiación de la DGTDreamstime

Asimismo, también cuenta con infrarrojos para capturar la matrícula del vehículo del infractor durante la noche y haya condiciones de poca iluminación.

El objetivo de estos dispositivos es, además de recaudatorio, aumentar la seguridad de los peatones y prevenir accidentes entre vehículos, presentando especial atención a las motocicletas, ya que el conductor de estos automóviles está menos seguro al no contar con una carrocería tan amplio como el de un coche.

¿Cuál es el truco?

La clave está en observar la parte superior del semáforo, cerca de la propia luz roja. Si vemos una caja o pequeña lente, debemos sospechar que es un radar, así como verificar si hay antenas o cables que van desde el dispositivo hasta un poste en la acera.

No obstante, los propios municipios suelen avisar con antelación dónde se localizan estos radares. En caso de saltarse uno de estos semáforos, el conductor se expone a una sanción de 200 euros y la reducción de cuatro puntos en el permiso de conducir.