
Vehículos
Un mecánico advierte a los conductores: “Si ves esto en tu garaje tu coche podría estar en peligro”
Una situación que muchos pasan por desapercibida y puede terminar afectando a la salud de tu vehículo y en un avería más cara

Tener un coche tiene numerables ventajas hoy en día, pues nos facilitan la llegada a tiempo a muchos lugares de forma cómoda y sin tanto estrés como puede llegar a ser en algunas ocasiones el transporte público. Sobre todo en ciudades grandes donde puedes estar varias horas en el transporte.
Ahora bien, muchas personas no atienden a todo lo que rodea a nuestro coche. En muchas ocasiones nuestros vehículos nos dan señales de que van a sufrir alguna avería o que están próximos a que les ocurra. Por esto, es de vital importancia prestar atención a todo lo que tenga que ver con nuestros propios vehículos. Desde dónde lo aparcamos, hasta lo que sucede al rededor y las revisiones periódicas que debes realizar.
La advertencia de un mecánico a los conductores
Un taller mecánico a través de sus redes sociales bajo el nombre @auto.carrascosa explican una situación a la que prestamos muy poca atención y que pone en peligro nuestros vehículos.
El vídeo comienza enseñando una gota de aceite en el suelo, a lo que el mecánico afirma, "Si ves esto en tu garaje, tu coche podría estar en peligro". A lo que prosigue "muchos piensan que una pequeña fuga de aceite no es nada. Pero las fugas de aceite nunca desaparecen solas, al contrario, solo empeoran".
"Cuando hay una fuga de aceite, cada kilómetro sin revisarlo estás poniendo en riesgo el motor entero. El aceite es la sangre de tu motor, si el nivel baja demasiado la temperatura aumenta y la fricción aumenta también y lo puedes llegar a gripar, vamos que te lo cargas".
"El resultado de esto es una reparación de miles de euros que podrías haber evitado simplemente con una revisión. Si ves un gota de aceite en el suelo no la ignores".
Pequeñas reparaciones con las que puedes evitar grandes disgustos
Revisar o cambiar a tiempo determinadas piezas muy sencillas y baratas nos pueden evitar averías económicamente muy costosas. Porque en algunas ocasiones las averías son provocadas por piezas cuyo coste puede ser el equivalente a unas cañas antes de comer, pero que encadenan otra serie de complicaciones que nos pueden resultar muy caras.
El primer ejemplo es la arandela del tapón del cárter. Con un coste de entre 0,50 céntimos y 1 euro, en cada cambio de aceite es necesario sustituirla. Sin embargo, si este reemplazo lo hace un particular y no un profesional y se realiza de forma errónea, puede derivar en un gran problema: desde aflojarse hasta partirse por completo, lo que supone la pérdida parcial o total del aceite.
Otro apartado a vigilar es el de la temperatura de funcionamiento. Si se percibe una subida inusual de la temperatura del motor es importante acudir con urgencia al taller. En muchas ocasiones, el culpable es el sensor de la temperatura, con un coste que podría calcularse entre 15 y 20 euros. Sin embargo, si no se realiza el cambio de la pieza, el propulsor seguirá trabajando a altas temperaturas y, tarde o temprano, terminará rompiéndose.
Otro componente a vigilar son las bujías, siempre y cuando el coche las lleve, porque con frecuencia son inyectores. La bujía puede tener un precio medio de 10 a 20 euros por unidad. No es una avería aparatosa, pero, en muchos casos, es sinónimo de llamada a la grúa, ya que el vehículo no puede continuar la marcha o da tirones constantes. En función del fabricante, se recomienda su cambio entre los 50.000 y 90.000 kilómetros recorridos.
Por último, un elemento “olvidado” son los limpiaparabrisas. Además de ser un punto a revisar en la ITV, un mal estado de los mismos supone una situación de riesgo extremo en condiciones de lluvia o nieve. Con un coste que arranca en los 15 euros, es vital cambiarlos si las gomas están agrietadas o se perciben los primeros síntomas de desgaste. Porque no hay nada más caro que tener un accidente y especialmente en invierno la visibilidad es primordial.
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