
Movilidad
¿Qué etiqueta corresponde a cada coche?
La clasificación ambiental de la DGT determina el acceso a zonas urbanas y las ventajas fiscales de cada vehículo. La más apreciada es la 0

A la hora de comprar un coche nuevo, muchos conductores buscan no solo un modelo eficiente y seguro, sino también uno que cuente con la etiqueta ambiental adecuada para circular sin restricciones en las ciudades. Las etiquetas Eco y Cero de la Dirección General de Tráfico (DGT) se han convertido en un criterio clave para la elección de un vehículo, pero ¿qué coches pueden acceder a ellas y qué ventajas ofrecen?
Antes de analizar las etiquetas, es importante aclarar la diferencia entre dos normativas que generan confusión: la que regula el impuesto de matriculación y la que determina la asignación de etiquetas. El impuesto de matriculación depende de las emisiones de CO2, mientras que la etiqueta ambiental se basa en las normativas anticontaminación europeas y la tecnología del motor, sin relación directa con el CO2.
Según la antigüedad del vehículo o las características de su mecánica, se regulan las diferentes etiquetas que vemos en los parabrisas de los coches. Estos son los tipos que hay y los coches que deben llevarlas.
● Etiqueta C: Se asigna a coches de gasolina matriculados a partir de 2006 y diésel desde 2015, que cumplen las normativas Euro 4, 5 o 6 (gasolina) y Euro 6 (diésel).
● Etiqueta Eco: La reciben los vehículos híbridos (Mild Hybrid o Full Hybrid) y los que usan gas como combustible (GLP o GNC). Por ejemplo, el Seat León e-TSi de gasolina híbrido ligero cuenta con esta etiqueta.
● Etiqueta 0: Se otorga a los coches 100% eléctricos y a los híbridos enchufables con más de 40 km de autonomía eléctrica, como el Seat León e-Hybrid.
Etiqueta B (amarilla): Corresponde a turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero del año 2000 y diésel desde enero de 2006, que cumplen con las normativas Euro 3 en gasolina y Euro 4 y 5 en diésel.
Lógicamente, las etiquetas más buscadas son las Eco y Cero. Los vehículos con estas etiquetas disfrutan de beneficios fiscales y de movilidad, como descuentos en impuestos municipales y acceso sin restricciones a zonas de bajas emisiones. La etiqueta 0, en particular, ofrece ventajas en el aparcamiento regulado, con gratuidad o descuentos en muchas ciudades, además de exenciones en peajes.
Los híbridos enchufables se destacan por su capacidad de circular en modo eléctrico durante trayectos urbanos, lo que reduce drásticamente el consumo de combustible. Esto los hace más eficientes, especialmente en ciudades donde se pueden cargar frecuentemente. Actualmente, se debate si ampliar la autonomía mínima para los híbridos enchufables con etiqueta Cero de 40 a 90 km, aunque esta propuesta aún no se ha implementado. Por todo ello, los especialistas en comercialización de automóviles, como Coches net aconsejan conocer las características de cada etiqueta como dato fundamental para tomar una decisión informada al comprar un coche, asegurando la mejor opción para el presente y el futuro de la movilidad urbana.
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