Consejos para evitar la aparición del virus rugoso del tomate

Pese a que todavía no se ha notificado la presencia del virus rugoso del tomate en España, expertos en sanidad vegetal alertan de su expansión en los últimos años en otros territorios tanto de Europa como fuera de ella. Desde su identificación en el año 2015, su dispersión ha ido en aumento, llegado incluso durante este año y el pasado a contagiar plantaciones agrícolas en territorios como Alemania, China, Grecia, Holanda, Italia, México, Turquía y Reino Unido. “Su infección provoca grandes pérdidas económicas”, señalan desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Murcia (Asaja).

De hecho, inciden en que el virus se transmite mecánicamente a través de las manos de los trabajadores, de la ropa, de las herramientas y la estructura del invernadero, así como con máquinas de trabajo como el tractor en campo abierto, y los sistemas de riego y drenes.

Por ello, Asaja Murcia ha elaborado una serie de medidas de prevención, en coordinación con la Unión Europea a través de sus servicios de Sanidad Vegetal con las que poder hacer frente a este virus, en caso de detectarse alguno de sus síntomas.

En primer lugar, se explica que la principal medida de prevención es la compra de semilla de productores autorizados y verificar mediante el diagnóstico fitosanitario que la semilla de tomate se encuentre libre de virus. También se han de eliminar al máximo posible los restos vegetales de los cultivos anteriores, incluidas las raíces.

Otro de los consejos que propone Asaja es realizar una “exhaustiva desinfección de manos y útiles de trabajo antes del inicio de cada operación y, especialmente, en los casos de aquellas herramientas que pudieran haber sido empleadas en otros invernaderos”. Y de la misma manera, insta a mantener una estación de lavado y desinfección de manos, donde el personal deberá lavarse las manos antes de su entrada al invernadero y al retirarse.

Por otra parte, también invita a considerar la posibilidad de rotación de cultivos, incluyendo aquellos no sensibles o resistentes, y sobre todo, no tocar las plantas sospechosas y comunicar de su presencia al servicio técnico, que en caso necesario se pondrá en contacto con el Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y MedioAmbiente. “Si se determinara que existen plantas infectadas se procedería a su destrucción a través de un Gestor de residuos autorizado”.

Principales síntomas

Según se ha expuesto, los síntomas del virus se manifiestasn con la presencia de un “mosaico ligero a severo" en las hojas, con una ocasional apariencia estrecha de la misma. “Los frutos presentan síntomas marcados de rugosidad y una coloración marrón, dependiendo de la susceptibilidad de la variedad al virus; así como manchas de color amarillo. La manifestación del virus inicia principalmente en las partes de las hojas jóvenes, donde se presenta un mosaico, áreas de color amarillo, alternadas con zonas muy verdes, que son embalsamientos, arrugamientos o algunos tipos de manchas”.

De la misma forma, en los frutos, lo que se ve es una especie de arrugamiento muy leve y de color oscuro. En su parte interna tienen un aspecto ‘corchoso’, seco, deshidratado. Además, cualquier tipo de variedad de tomate puede ser afectada por el virus, y provoca que en la planta afectada se pierdan los frutos, y conforme va creciendo va perdiendo su fuerza, su vigor. La planta infectada presenta deformaciones tanto en el follaje como en el fruto, mermando la producción así como la apariencia y calidad de los frutos, por tanto la pérdida de valor en el mercado.

Para tener certeza y seguridad si se trata de este virus, todo esto con el fin de evitar la diseminación de este patógeno, se invita a los productores a que si localizan una planta con estos síntomas sospechosos al virus comunicarlo al Servicio de Sanidad Vegetal al correo electrónico :sanidadvegetalmurcia@carm.es