Sanidad

La Unidad de Ictus de la Arrixaca consigue la acreditación de la Organización Europea del Ictus

Solo otras nueve unidades españolas cuentan con esta certificación que concede una de las asociaciones más reconocidas en el ámbito internacional de la neurología

La responsable de la Unidad de Ictus del hospital clínico universitario Virgen de la Arrixaca, la doctora Ana Morales, a la derecha de la imagen, junto a miembros del equipo. CARM 25/03/2022
La responsable de la Unidad de Ictus del hospital clínico universitario Virgen de la Arrixaca, la doctora Ana Morales, a la derecha de la imagen, junto a miembros del equipo. CARM 25/03/2022CARMCARM

La Unidad de Ictus del hospital clínico universitario Virgen de la Arrixaca, que dirige la doctora Ana Morales, ha recibido la acreditación de la Organización Europea del Ictus, una de las asociaciones más reconocidas en el ámbito internacional de la neurología.

Esta prestigiosa certificación, que comparten otras nueve unidades de ictus españolas, ha sido impulsada desde la Sociedad Española de Neurología y supone la confirmación del buen trabajo que se realiza, dadas las exigencias para su obtención.

La extensa lista de requisitos exigidos evalúa la calidad en la atención clínica dada, la gestión de los recursos humanos dentro de un equipo multidisciplinar, la investigación desarrollada, la gestión de infraestructuras y la evaluación de procesos también con pacientes y familiares.

Esta acreditación reconoce el esfuerzo llevado a cabo desde 2008, cuando se formó la Unidad de Ictus de la Arrixaca. El sello de calidad con el que ahora cuenta responde, en gran parte, a sus protocolos de actuación unificados y globales y a la formación continua en conocimientos y habilidades de cada miembro del equipo multidisciplinar. Esta certificación europea será reevaluada dentro de cinco años, en el compromiso de mantener su excelencia.

La Unidad, situada en la planta de hospitalización de Neurología, cuenta con siete camas y un control de enfermería diferenciado y específico para estos pacientes. Los afectados por un ictus son candidatos al ingreso en las primeras 24 horas del accidente cerebrovascular y permanecen en la Unidad hasta su tercer día de evolución y después pasan a planta convencional, próxima a la Unidad, o se trasladan a su hospital de referencia. En los últimos años, el número de pacientes ingresados ha aumentado hasta los 774 hospitalizados en 2021 en este centro hospitalario.

El Ictus se define como un trastorno brusco del flujo sanguíneo cerebral que altera de forma transitoria o permanente la función de una determinada región del cerebro.

La clave del éxito en la atención al ictus es la rapidez en detectar los síntomas e iniciar el tratamiento. Está demostrado que la vigilancia en estas unidades disminuye la mortalidad y las secuelas neurológicas porque cuantas menos complicaciones se producen en el proceso agudo mejor es el pronóstico. Estos cuidados suponen la vigilancia neurológica exhaustiva por el neurólogo y personal de enfermería.

Código ictus

En la Región de Murcia, cerca del 50 por ciento de los pacientes que han sufrido un ictus lo superan con mínimas secuelas gracias a la puesta en marcha de programas de atención y prevención como el ‘Código Ictus’.

Esta herramienta ha propiciado que un mayor número de pacientes haya llegado a los hospitales a tiempo de tratamiento, además de la mejora de los circuitos intrahospitalarios para acceder más rápidamente a la atención médica. Como consecuencia, se ha duplicado el número de pacientes tratados por esta patología en los últimos años.

En la Región se registra una media anual de 3.000 episodios de enfermedad cerebrovascular, de los que un 65 por ciento se corresponden a casos de ictus isquémico. Suponen la primera causa de mortalidad en las mujeres y la segunda en los hombres, tras las enfermedades isquémicas del corazón.

La Región dispone de dos unidades de ictus, una en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y otra en hospital Santa Lucía de Cartagena, en las que se trabaja de manera multidisciplinar, coordinada y protocolizada con el fin de disminuir las secuelas y la mortalidad por esta enfermedad.