La Virgen de la Fuensanta, patrona de Murcia, vuelve a su santuario en romería

Arropada por cientos de personas en Murcia, la Virgen de la Fuensanta ha vuelto hoy a su santuario en Romería por primera vez tras la pandemia. La patrona ha permanecido durante dos años en la Catedral, por lo que este regreso a su santuario en Algezares ha supuesto todo un acontecimiento para los fieles devotos de la Virgen.

La jornada ha comenzado a las 7.00 horas con la misa celebrada en la Catedral de Murcia y, una hora después, la imagen de la ‘Morenica’ ha emprendido su regreso desde la plaza del Cardenal Belluga hasta la pedanía murciana de Algezares.

De esta forma, la comitiva ha pasado por El Carmen, Torre de Romo, parroquia de Santiago el Mayor y cruzará Ronda Sur para seguir por la carretera de Algezares, a través del Barrio del Progreso y Algezares, hasta el santuario.

La camarera de la Virgen de la Fuensanta, María Antiñamo, confirmó que la ‘Morenica’ lucía “el manto que le regaló y compuso la madre de José Fernando Espinosa, peluquero de la patrona” desde hace varios años.

“Esla primera vez que la Fuensanta luce este manto” compuesto por un “brochado con flores bordadas a mano sobre un verde manzana” que, en opinión de Antiñamo, “favorece mucho” a la imagen de la patrona.

Periodos sin salir

Fue el 5 de marzo de 2020 cuando la Fuensanta hizo su última romería desde su santuario hasta la seo de Santa María con motivo de su coronación canónica, que suele extenderse hasta pasadas las Fiestas de Primavera.

Según el cronista Oficial de la ciudad de Murcia, Antonio Botías Saus, la Fuensanta ha pasado largos periodo de tiempo en la seo murciana. En concreto, Botías Saus cita cuando la patrona “bajó en 1918 por la epidemia de gripe y no volvió hasta diciembre de 1919″.

En cuanto a traslados en los que “la situación sanitaria” estaba de actualidad, el cronista de Murcia ha puesto como ejemplo el acaecido en el mes de agosto de 1859 cuando, ante la inmensa mortalidad que causaba una epidemia de cólera, decidieron trasladar a la Patrona “con urgencia, evitando aglomeraciones que incrementaran los contagios”.

Por ello, según narra Botías Saus, la Fuensanta volvió a la Catedral “de madrugada y en un carro, casi escondida”.

En otros tiempos de cólera, concretamente en 1865, la ‘Morenica’ protagonizó otro traslado en el que “no se llevaron tantas preocupaciones”, lo que provocó “la pérdida de 766 almas”, ha asegurado el cronista.