¿Conoces los Chochos de Lorca? Este es uno de los dulces más típicos de Semana Santa

Blancos, rojos, azules, marrones... De chocolate, con leche, con canela, frambuesa... Existen una gran variedad de formas de elaborar uno de los dulces más típicos en la ciudad de Lorca, cuyo consumo tradicionalmente se realiza durante los días de Semana Santa. Se trata de los conocidos como Chochos.

Consiste en una avellana pelada que se recubre con un glaseado de azúcar caliente, que al enfriarse endurece aún más el fruto seco, le da una forma redondeada, y que gracias a sus colores, dureza y fácil manejo, es uno de los dulces favoritos por niños y mayores.

Los Chochos más típicos y populares son los que están coloreados de azul y blanco, debido a las dos hermandades que visten con tales colores durante la Semana Santa del municipio, que además está declarada de Interés Turístico Internacional.

La pastelería Blanco y Azul es una de las más conocidas en la ciudad, por su elaboración tradicional de estos dulces lorquinos.

Otros postre típicos de Semana Santa

Además de los chochos de Lorca, existen otros postres que se preparan durante los días de Semana Santa en los hogares murcianos, aunque los platos provengan de otras comunidades autónomas.

Las inconfundibles torrijas, elaboradas con pan, leche y huevo, que posteriormente hay que freír, son uno de los platos más populares no solo en la Región de Murcia, sino en todo el territorio nacional. Además, se les puede añadir azúcar y canela para darles un toque más dulce.

También es muy típica la mona de Pascua, una masa dulce horneada que suele ir acompañada de un huevo cocido o, en algunos casos, de chocolate. Es uno de los postres clásicos durante la Cuaresma, y suele tomarse durante los días de Domingo de Resurrección o el Lunes de Pascua.

Pero sin duda, uno de los postres que no puede faltar tanto en la Semana Santa como el resto del año son los Paparajotes, el postre por excelencia de la Región de Murcia. Se trata de una hoja de limonero rebozada en una masa de harina, huevo, leche y raspadura de limón. Una vez listo, se fríe y se espolvorea con canela y azúcar.

Y sobre todo, hay que tener en cuenta una cosa, tanto en Semana Santa como durante el resto del año: la hoja del limón no se come.