Opinión

«Me enamoré»

El otro día estuve viendo la celebración del doblete del Barça y, ante todo, enhorabuena. Me alegré mucho porque, siendo como soy yo del Club Atlético de Madrid Sociedad Anónima Deportiva y, filial en su momento, dael Athletic Club de Bilbao (y a mucha honra) he visto grandes tardes de fútbol entre los culés y mi equipete de mis amores desde mi sucio asiento azul del Calderón.

Siempre les respeté y siempre me sentí bien aquellas tardes donde no se mezclaba política y esas tontunas que creo que nos están convirtiendo en gilipollas a todos. Vaya por delante que se lo merecen y que mi paisano Andrés Iniesta se lo merece más que nadie en el mundo, por ser tan buen muchacho y por ser un estratosférico jugador. Ahora bien, lo de Piqué en la celebración es de meter la cabeza en un cubo. Ojo, que tiene todo el derecho para pensar lo que quiera sobre la independencia catalana y que yo seguiré defendiendo que esté el tiempo que quiera en la Selección y que gracias por la profesionalidad, pero no va por ahí.

En serio, ya no tienes edad para hacer el cafre en cada celebración. Ya no tienes edad y, sobre todo, nos han dicho tantas veces que tu coeficiente intelectual es tan alto que duele verte así, como un chiquillo haciendo el ridículo. Que tengan los Mossos que llamarte al orden, que lanzaras vaya Vd a saber qué cosas, que escupieras en Madrid con el Mundial, me chirría tanto que, por respeto, no lo voy a calificar. Visca Catalunya y la educación básica.