Opinión

Caspa

El otro día estuve viendo (con la atención de una liebre disecada) las imágenes de la concentración de magistrados a las puertas del Palacio de Justicia de Pamplona y ahí estaba Ricardo González, el juez del voto particular en la sentencia de La Manada. El problema que tiene Ricardo González no es su voto particular, ni siquiera los términos en los que argumenta su voto particular, que son de dejarte el cuerpo entre cortado y directamente la arcada seca.

El problema que tiene Ricardo González es su pelo, amigas. Yo creo que un juez que se toma tan en serio y al que no se le pueden criticar sus decisiones debería tener más en cuenta su aspecto.

El aseo es fundamental. El pelo hay que llevarlo limpio y sin grasa porque, de ahí a la caspa, hay un pasito. Yo me ofrezco para comprarle un bote de champú en seco del Mercadona para que lo tenga a buen recaudo en su despacho e incluso a pagarle una barbería para que le recorten esas vedijas, que no quiero ya ni imaginarme cómo van los abuelos de la nuca. Ah, y pásese la tijera por el flequillo, que se le pega a la frente y da aspecto de cierta dejadez en el aseo.

¿A que me estoy pasando cinco pueblos? Bien, pues a pesar de todo me quedo a años luz de los términos usados por el juez González en su voto particular. Porque Vd lo vale, Ricardo.