Opinión

Màxim

Pues miren, hala, ya lo han conseguido. No hay ningún ministro de Cultura y Deportes que me pueda gustar más que el que tenemos. ¿Ven? Todo bien. ¿Y por qué me gusta? Porque ha sido libre toda su vida. Hacía unos informativos nocturnos maravillosos pero decidió cambiar a peor según y quién opine, a eso que tanto nos entretiene pero que nos resulta imposible reconocer que seguimos. Y para colmo, también lo dejó. Escribió lo que quiso, lo que le dio la gana, colgó libremente sus comentarios en redes sociales (contra el independentismo, incluso), dijo que no le gusta el deporte, que es antitaurino y es ahí donde más me gusta.

Me gusta porque han salido los toreros estreñidos de cara a decir que temen por el patrimonio cultural de este país. Si los toreros estreñidos torearan toros de verdad igual la cosa iba mejor. Incluso si torearan bien ya nos gustarían los toros más. Y luego ya se nos ha venido a la cabeza el toro de la Vega y ahí se les ha mezclado todo y nos dicen a los antitaurinos que no se puede unir una cosa con la otra cuando les cuesta defender a ellos mismos según y qué tradiciones con argumentos racionales. Ay, Màxim, qué bueno que llegaste a meternos un meneo a las conciencias.