Opinión

Comer

Acaba de salir un estudio de unos médicos que se juntan en un portal llamado Top Doctor que aseguran que, durante el Mundial de Fútbol, un español medio puede engordar hasta cinco kilos. Claro, el Mundial de Rusia dura un mes, con lo que todas las quedadas para ver los partidos se hacen eternas y te hacen a ti un adobo corporal. En España, cualquier circunstancia acaba en aperitivo. Da lo mismo que sea un Mundial, el final de una serie, o de La Voz.

O la Gala de los Goya, los Oscar, o la NBA. Se trata de comer, juntos, de mojar pan en las mismas migas que ha dejado haciendo barcos el de tu derecha, da igual, se trata de compartir, de comer del mismo plato. En otros países no lo entienden. Quieren ir a comer cuando toca comer, no me toques los mismos y no me lleves de bar en bar que yo quiero comer, y entonces los miramos raros por estresaos y por cansinos, porque el aperitivo en España es comer pero no nos entra en la cabeza. Por mucho picoteo que haya, hay que comer. Dicen los expertos que se nos viene un instinto de cuando no había qué echarse a la boca, que es atávico, que nos alimentamos en exceso porque nunca sabemos lo que habrá. Cómete esta cucharita por los negritos que no tienen. Manda huevos que cuestionemos ayudar a los del Aquarius, manda narices esta mierda de Europa.