Vinilos

Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, ha dicho que su formación (o lo que sea eso que tenga) no va a apoyar la exhumación de los restos de Franco porque «el debate es tan obsoleto como escuchar vinilos». Tengo para mí (y esto tampoco es que me vaya a hacer la autora del descubrimiento de la pólvora) que este joven y prometedor político la ha cagado. No es que la haya cagado, es que este pobre no encuentra su nicho, nunca mejor dicho.

Rivera quedó desactivado en la moción de censura que sacó a Rajoy, y todo el mundo lo vio, y no hubiera pasado nada si el joven y prometedor político hubiera reunido a algún equipo de asesores con un poco de cabeza. Chicos, tenemos un problema, vamos a inventarnos una nueva estrategia porque esto ya no da más de sí. Pero no. Llega el moderno del traje y para rematar el chafarrinón se carga a parte de su posible o probable votante: el español de mediana edad que ya no está por echarse a las calles y al que le parece que la tranquilidad y escuchar música es el mejor de los planes. Ese español gusta de tener alguna cosita vintage o mod o una Vespa, y quizá no quiera votar al PSOE y esté buscando algún túnel intermedio, sensato y que no dé la sensación de que es un facha.

Y va Rivera y, además de quedar en fuera de juego por meses, sin discurso, sin intención de encontrar camino alguno de salida, sin gracia, dice lo de los vinilos. Hay que estar desubicado y no enterarse de nada, que ya no es novedad. Hay una derecha que no sabe que la propia derecha ya no siente lo mismo, que no le importa lo mismo, y que incluso necesita otra cosa. Por cierto, que si van a encontrar su argumento en lo de Franco, ya si eso chau.