Opinión

Yo, Leonor

Vamos a ver. Que me parece bien que seamos modernos y mapamundistas, que yo no digo que no. Ahora, ponerle al carnero un nombre de protagonista de serie de nórdicos lo voy a prohibir cuando sea reinita. ¿No se podría llamar Paco? ¿O Juan Carlos? Bueno, pues no, modernidades. Que yo entiendo que el marido de Elsa Pataky nos tenga hiperventilando, pero de ahí a bautizar a la cabra como si fuera de Suecia, hasta ahí podríamos llegar. Y voy a prohibir también que mi hermana sea más alta que yo, que estoy jarta de leerlo en la prensa. ¿Qué les pareció el desfile? ¿A que estuvimos para comernos vivas? Entre que mi madre iba vaporosa y nosotras con los zapatos a juego con los vestidos otoñales pegamos un pelotazo gordo. Si es que somos la pera.

Lo malo es que para lucir en el desfile nos perdimos la boda de la prima Eugenia de York con el muchacho ese que hace tequila y estaba Ricky Martin y Beckham. Pero bueno, no lo sufrimos mal porque Perico la cagó muy gorda y nos reímos un montón por la noche. Ese momento de colocarse en la filica fue maravilloso, la verdad. Altibajos no quería que hiciéramos chistes pero es que los Borbones nos ponemos campechanos y todo es una carcajada. Que por cierto: bendito sea el cielo que mi padre me haya dado otro lugar en la tribuna porque me he librado de que Altibajos me haya comido la oreja. El latazo se lo ha comido mi So, jeje, pobrecica, que no la ha dejado tranquila ni un segundo. El pelo, el vestido, la postura, la mirada, no bajes la cabeza, súbela, pon cara de estar pasándotelo teta. Yo luego llegué al palacito y me puse el resumen de Gran Hermano VIP. Le he dicho a Altibajos que si voy y eso. Estoy castigada hasta el próximo escándalo del yayo. Diez minutos, ¿no?