Yo, Leonor

El que avisa no es traidor. Como no me echen por mi cumpleaños un móvil, voy a montar un pollo que los del abuelo con la de Totana se va a quedar en mantillas, fíjate lo que te digo. ¡Pero si voy a tener trece años, leche, en ná! Pero claro, como me siguen vistiendo que parezco imbécil, llena de trencitas y vestiditos de buenecica, y merceditas, deben pensar que soy tonta esta gente, la verdad. Si es que no me sacan más que a misa y a ver aviones, coñe, que parezco un capellán castrense. Pues nada, que Altibajos dice que el móvil por encima de su cadáver, que no, que me conoce, que puedo acabar como Laura Escanes. Es que ahora quiero ser influencer. Pero claro, sin teléfono, voy fatal. Yo quiero ser influencer, como la hija de Paz Padilla, y pasarme el día enseñando los bolsos de Altibajos, los pendientes del joyero real de Altibajos, los estilismos capilares estilo mojado de Altibajos. Porque es que estamos en un plan que parecemos ya Melania Trump, Virgen Santísima. Pero vamos a ver. A quién se le ocurre ir a entregar mis premios y no llevarme, ¿eh? Un día voy a dar un puñetazo en la mesa y el himno de Asturias por Maluma, ea. Y la abuela por delante en la escalera. Porque esa es otra, es que ni se miraron en los premios. Es que estamos en un plan con la yaya que, entre el jubilado y Altibajos, le hemos hecho conjunto vacío. Y encima, ha cortao con el pretendiente la abuela, con lo atento que es Don Alfonso con las señoras mayores. Hoy se lo he dicho al Richard, que es uno de mi clase: Déjame el Samsung, que me voy a abrir un perfil falso. ¿Qué me pongo de avatar? ¿ A Chabelita?