Tres veces

Señor Errejón: Me dice gente del Atleti que le invitó a un pase de un documental sobre los cien años del césped del Estadio Vicente Calderón (dirigido por ese fenómeno que es José Manuel Tenorio) que, aunque es Vd un vikingo importante, es una persona educada y cabal. Por eso mismo me atrevo a invitarle a una peluquería que hay en la zona del río Manzanares , cercana a Príncipe Pío, al ladito de la Casa de Campo en Madrid, que regenta mi amigo Carlos Luis. Se llama Tata Carmen. Vaya. Verá qué bien peinan y que profesional es ese muchacho de Maracaibo que me llama «latina frustrada». Ayer mismo, ayer, después de que afirmase Vd que los venezolanos comen tres veces al día, vinieron sus padres. Vamos, no es que vinieran, es que los rescató. Los rescató después de rescatar a su hermana hace unos años, se rescató a sí mismo de la miseria y rescató a su novio. Vino, puso un negocio, paga religiosamente sus impuestos, y ahora va a montar hasta un segundo ayudado por su marido. Lea detenidamente por si no se ha dado cuenta de que teóricamente debería estar más en su línea que en cualquier otra, pero es que lo ponen Vds muy difícil todo. Ayer vinieron sus padres a los que rescató con todo el esfuerzo que pueda imaginar, entre un calor que ya no se puede mitigar porque falla la luz, sin medicamentos, con volquetes de basura enfrente de su casa que no se mueven jamás y famélicos. Son puro hueso sus padres. ¿Quiere ver a su madre con sesenta y seis años necesitar una silla de ruedas para moverse? ¿Quiere verla consumida y desnutrida? Hágame un llamado y le acompaño. Le prometo un castellano más cuidado y hasta una realidad más entera. No lo dude, hágame el favor.