Opinión

Dueños

A cuenta de la muerte de las dos mujeres, madre e hija, atacadas mortalmente a mordiscos por sus perros en Colmenar de Oreja, Madrid, se me ocurren varias reflexiones. La primera es que, todos los que tenemos perro o lo han tenido, saben que sonaba raro desde el principio. Si tu chucho está sano, controlado por su veterinario, descarga la suficiente energía, juega, corre, come regularmente y mantiene sus rutinas, es muy difícil, por no decir imposible, que tu perro te ataque o ataque a los demás.

Los canes de esta familia carecían de licencia obligatoria por su raza potencialmente peligrosa, no tenían microchip de identificación, ni seguros ni permisos y ahora se investiga si, esos seis animales, no eran más que la punta de lanza de un criadero ilegal. Todo va tomando forma. Los dos chuchos que atacaron eran mezcla de Dogo de Burdeos con dogos de Burdeos con la raza American Staffordhire Terrier. Los primeros perros son muy fuertes y potentes, se les ha usado para pelear y para cazar y en algunas regiones son considerados como peligrosos. La segunda raza está considerada peligrosa en todo el mundo.

Seguramente, bien cuidados, queridos y controlados, estos perros no hubieran atacado a sus dueños, pero es que sus dueños se saltaron las reglas básicas cuando tienes esas razas. Así de sencillo. Aprovecho la ocasión para hacer un llamamiento a todos aquellos seres humanos que eligen como compañeros de vida a un ejemplar de estas características: no pueden ir sueltos ni por la calle ni por un parque y deben llevar bozal. Da lo mismo si en casa son unos mimosos o unos ángeles caídos del cielo. Como dueña de un perro bajito, paticorto y regordete, una especie de Alfredo Landa de ladrido agudo, hasta el mío necesita de mi control y de disciplina. No es dominante, está castrado, pero es un perro. Y procuro no olvidarlo ni un minuto.