Opinión
¿Fútbol?
El próximo domingo tendrá lugar en Madrid la Final de la Copa Libertadores de América entre River y Boca porque hubo un ataque urbano cuando el autobús del equipo Xeneize se acercaba al Monumental de Núñez. Recordemos que, hace tres años, en la semifinal de la Copa Suramericana, un tipo de la barra brava de Boca, lanzó gas pimienta en el túnel de vestuarios a los futbolistas de River. Se descalificó a los locales y River pasó directamente a la final. A eso se acogen los dirigentes de Boca para pedir que se tome la misma medida y River argumenta que ocurrió fuera del estadio por lo que la responsabilidad es de la policía.
Ahora voy a contarles algo de la policía de la ciudad de Buenos Aires cuyo responsable, el ex ministro ya de Seguridad, acaba de renunciar por el fracaso del operativo. La policía ese día está en todos lados menos donde tenía que estar, una esquina clave por donde guían escoltado al autobús de Boca algunos agentes motorizados. El día anterior, fue registrada la casa del jefe máximo de los radicales de River encontrando trescientas entradas no falsificadas y siete millones de pesos. Entonces, les prohíben la entrada al campo y, parece claro que esa gente, sin poder acceder, prefiera quedarse fuera a presionar. Atando cabos, otro dato.
El jefe de la policía que renunció, ex ministro de Seguridad, es compadre del presidente de Boca, íntimo de Macri. Compadre con ahijado, no es una manera de hablar. Y ese jefe de policía renunciado volvió a su puesto de jefe de los fiscales de Buenos Aires. A todo esto, el presidente de River es un empresario exitoso y educado, que acaba de perder los nervios en varias ocasiones y que quiere dar el paso a la política. ¿A que mola? Y en plena cumbre del G-20 se habló, gracias a la presencia del Presidente de la FIFA ¿? del asunto. Esto es cualquier cosa menos fútbol, ¿no?