Opinión

Blade

Japón. Si no han ido a Japón, vayan. A pesar de lo que les digan, no es caro, en serio. No es caro el viaje, ni el vuelo, ni la estancia, siempre y cuando miren hotelitos que tienen habitaciones pequeñas pero con camas grandes. No es caro y se puede encontrar comida para los que no nos gusta el pescado crudo, no todo es sushi, y hay tantas cosas buenas para contarles que no sé ni por dónde empezar. Japón es una especie de nave espacial que aterrizó en un lugar concreto del mundo y ha creado su propio ecosistema. Son prácticamente extraterrestres, se rigen por códigos raros, demasiado educados, ceremoniosos, demasiado sonrientes. Y demasiado limpios.

Y si vas, te enamoran. Es verdad que te cuentan que en las zonas rurales no todo va tan estupendamente y que las tradiciones que cumplen a rajatabla tampoco son tan buenas al final. Pero justo cuando te has enamorado de ellos, regresa eso que no querías. Ese país ha retomado la caza masiva de ballenas. Lo hace después de haberla reducido después de treinta años, de usarla solo con propósitos científicos y regresa para comercializarla. Ni más más ni más menos. La decisión es parte de la victoria de los sectores más nacionalistas que por supuesto no se sostiene con lo que se obtiene de su mercado.

Es igual. Y también lo hacen Noruega e Islandia, esos países que son tan guay y que tiene tantas altas cotas de educación. En Almería ha aparecido un delfín muerto. En Roquetas de Mar. Muerto, apuñalado, lacerado. Y en su lomo, alguien grabó a cuchillo el nombre de «Juan». Ensañarse con los animales les puede parecer a Vds muy normal y quejarse muy ridículo. E incluso este artículo les puede parecer naif. No sé qué gusto le sacan a ver sufrir demasiado a un ser vivo. Venga, véanse «Blade» y así se les pasa la ganica de sangre.