«Logros»

Hay que reconocerle a Vox varias cosas. La primera es haber hecho caer en la cuenta al PP que un cuarto de los casos de violencia doméstica no son mujeres. Ahora se ha percatado Pablo Casado de que hay niños, ancianos, homosexuales u hombres dentro de la empresa con vínculos familiares que pueden haber sido agredidos. Cuánta vuelta de tuerca para que firmen Andalucía, qué maravilla. Debe ser que durante los años de gobierno nacional del PP ese tipo de víctimas no existían; debe ser que la Ley de Violencia de Género (que yo no se con qué gafas la leen algunos) desmiente preventivamente que esas víctimas no puedan existir o ser amparadas por otras leyes; debe ser, sobre todo, que ya no se puede decir violencia de género: ahora ya solo se habla de violencia doméstica y a eso se reduce todo. Les sale más a cuenta crear una nebulosa donde todo quepa y así las esquinas se difuminan.

Vox también ha conseguido que se hayan creado mantras que se venden como estadísticas. Datos matemáticos oficiales que se han retorcido en lo que el brillante profesor Miguel Lorente ha denominado «machomáticas» y que son esas reglas y procedimientos usados para alcanzar los números exactos y las conclusiones necesarias para que todo encaje y así poder pasar de una realidad a otra que favorezca su universo. Ha conseguido algo más: que se haya engorilado una parte de la población que, seguramente, no conozca ni un solo caso de hombres agredidos por sus mujeres pero que tampoco están de acuerdo con esto de la igualdad y que están en el punto mental de «ahora os vais a enterar». Y una cuarta, que no se me olvide. Está Twitter para cerrar la cuenta y tirar la llave por la taza del wáter. Menos mal que hay vídeos de perritos y gatitos porque, de lo contrario, dan ganas de quitarse de la vista tanta mierda, tanto insulto y tanto desprecio.