Cagadas

Los que me siguen (uno o ninguno) ya saben que soy de Albacete. En Albacete (como en muchos otros sitios y por muchos otros partidos) nos ha caído un paracaidista político por la candidatura de Vox. Se llama Fernando Paz , es tertuliano habitual para reventar conversaciones, y escritor de cosas, así que rebusca retruécanos mezclados con esa estadística tan peculiar y tan manipulada que tiene Vox, y que se caracteriza por mear fuera de tiesto. Pues se va a presentar por Albacete. Tócate. Quisiera decirle a Fernando Paz que haré todo el apostolado que pueda para que nadie vote a alguien como Fernando Paz, un tipo que considera que hay que acudir a terapia cuando descubres que tu hijo es homosexual o que el holocausto nazi tiene una cifra tan elevada de muertos por el hacinamiento o las enfermedades y que se ha fotografiado con el aguilucho de fondo. Me da tanta vergüenza que un tipo así se presente por mi provincia, a la que tanto quiero, de la que tan bien opino, que me resulta perturbadora esa presencia en las listas que lleven el nombre de mi tierra. Deseo y rezo (porque soy católica) que se lleve Vd el revés que se merece. En cualquier caso, de la rama viene el tronco. Santiago Abascal, líder supremo de Vox, acaba de proponer que «los españoles honrados puedan usar armas». No me extraña que salga Vd poquito a los medios. Como dijo el candidato del PP a la Alcaldía de Donosti, Borja Semper, «ya era hora de que pudiéramos dispararnos con tranquilidad», léase con toda la ironía que Borja le pone. Qué miedo me da Abascal y su gente. Y me da igual de miedo esa otra gente que cree que hay que entrar en barrena tanto como Abascal no sea que se pisen la manguera entre ellos. Casado: hágaselo mirar o vamos al precipicio.