No sé si han comido Vds carne mechada este verano, pero yo me he puesto hasta las manillas. No se tomen esto como que hago bromas de algo que se ha llevado por delante la vida de una persona, al menos, por la listeriosis de ese alimento contaminado. He estado en Huelva, Cádiz, Sevilla y Granada y, como Vds entenderán, he comido algún que otro platito con su chorreón de limón correspondiente. Soy firme defensora de los controles sanitarios que se establecen en España sobre lo que ingerimos, de tal manera que acudo a los bares con la firme convicción de que es muy extraordinario que ocurra alguna circunstancia que desemboque en un problema de salud. Todo eso lo tienes claro hasta que llega este verano y has comido carne mechada. Para empezar, aunque en la segunda quincena de Julio comenzaron a aparecer síntomas de un repunte de la sintomatología, la Junta de Andalucía no inmovilizó los alimentos sospechosos hasta el 5 de Agosto. Después, una serie de errores encadenados entre la Consejería de Salud y el Laboratorio de Salud Pública de Sevilla impidieron que se declarara la alarma hasta el día 15 del mes. Fue entonces cuando se retiró la carne del mercado. El 21 se retiraron otros productos de la misma empresa. Casi 20 hojas del calendario tuvimos que esperar para localizar los focos de infección en la fábrica Magrudis que comercializa la famosa ya «La mechá». Pero es que esta empresa, además, vendió a otra esa carne que comercializó otra empresa como marca blanca y ha dado positiva en listeriosis. Y yo les pregunto, ¿cómo puedo saber si esa carne mechada que comí era de esa marca? ¿Me lo va a decir el bar? ¿Es responsable el bar de comunicárselo a la Junta?¿Es responsable la Junta de no tener el listado de reparto de La Mechá y su marca blanca? Luego dirán que somos unos tiquismiquis.