El futuro gobierno

Todos sabemos que el futuro va a ser diferente. La pandemia nos ha enseñado muchas cosas y, aunque habitualmente somos bastante cerriles a la hora de cambiar hábitos, costumbres, modos e ideas, esta gran crisis necesariamente nos va a hacer cambiar. Cambiar a las personas, y cambiar a las instituciones y, por supuesto, también al Gobierno. Llevamos dos legislaturas –quizá más- contemplando como las prioridades de los gobiernos no han tenido nada que ver con las de los ciudadanos. Quizá ahora hemos comprobado dolorosamente las consecuencias de esta afirmación. Asistíamos expectantes a unos Pactos de la Moncloa que ya han saltado por los aires; contemplábamos los esfuerzos de Sánchez por conseguir sacar unos Presupuestos adelante que ya está claro que no se van a aprobar; creíamos que el problema territorial era el gran problema de nuestro futuro político; nos sorprendía el esfuerzo del Gobierno de coalición por sacar adelante leyes sociales de dudosa urgencia, cuando las urgencias llegaron por otro lado como un vendaval que arrasó con todo y con todos.La lógica dice que sería necesario un gobierno de concentración que saque a España de la situación en que nos encontramos. Un gobierno capaz de hacer frente a estas crisis sin precedentes. Un gobierno que una a todos los partidos del arco parlamentario. ¿Y cual es la dificultad? Pues la misma de siempre. La vocación de los políticos de sacar provecho, incluso de esta situación; y el intento de los nacionalismos de seguir con su estrategia habitual. Por eso no va a ser fácil conseguirlo. Pero si el PSOE no consigue un consenso escrito mínimo , deberá empezar a pensar en nuevas elecciones. Y esta vez el futuro gobierno sí va a ser toda una sorpresa.