Política

“Hay que encarcelar a Núñez de Balboa”

En la última reunión del gabinete Sánchez-Iglesias, el ministro de Ultramar estaba inquieto por las protestas y planteó que se tenían que tomar medidas draconianas

Las deliberaciones del Gobierno son secretas, pero siempre hay filtraciones que permiten que consigamos la información. En la última reunión del gabinete Sánchez-Iglesias, el ministro de Ultramar estaba inquieto por las protestas y planteó que se tenían que tomar medidas draconianas. Por ello, exigió la detención y encarcelamiento de Núñez de Balboa. Este antiguo director de Pijos Progres sin Fronteras, una de las ONG’s más prestigiosas de nuestro país, se encaró con el ministro de Gobernación Interior, un juez que esperaba ser Fiscal General con la pérfida derecha hispana hasta que se cayó del caballo.

El sector más a la izquierda apoyó con fervor la detención, porque su apellido delataba a un aristócrata. El titular de Comercio Interior, a pesar de su origen pudiente, aclaró que llevando un «de» en su apellido no había ninguna duda. Es cierto que la vicepresidenta de la Memoria Verdadera precisó que había aristócratas que no llevaban esa incómoda partícula en su apellido, aunque se sumó a la propuesta con el ministro secretario general del Movimiento Socialista.

La ministra de la Guerra consideró que no era bueno un conflicto, pero se vio sobrepasada por el indignado ministro del Espacio, que todos olvidan que existe, al igual que sucede con los responsables de Aprobados Generales en la Educación y en la Universidad, que estaba molesto porque la médico convertida en titular de Recortes Hacendísticos había metido el bisturí en su departamento. Como todo el mundo sabe, contamos con un gobierno ejemplar que tiene solo 22 carteras.

El debate subió de tono por culpa del pesado de Núñez de Balboa que está empeñado en manifestarse todos los días contra el estado de alarma y la gestión de la crisis sanitaria en lugar de estar agradecido por un gobierno que nos va a subsidiar a todos y nos conduce, por fin, a la utopía socialista. El de Gracia y Justicia y la de Energías Sucias se ausentaron alegando conflicto de intereses al conocer al líder ultra y su familia.

El vicepresidente segundo para la Revolución aclaró que no se puede hacer la «spanish revolution», que eclipsará las revoluciones Francesa y Rusa, teniendo que soportar incómodos aristócratas rompiendo el merecido confinamiento. La sociedad tiene que ser adoctrinada convirtiendo a nobles y burgueses en buenos ciudadanos. Finalmente, el presidente, como es habitual, decidió hacer caso a su vicepresidente y ordenó la detención de Núñez de Balboa.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).