Opinión

Botes de humo

A estas alturas de la película no debería extrañarnos nada. Ni que PSOE y Unidas Podemos impulsen una comisión de investigación en el Congreso sobre la antigua cúpula del PP por el «caso Kitchen»; ni tampoco que Pedro Sánchez se permita ofrecer sus condolencias a EH Bildu en sede parlamentaria por el suicidio del preso de ETA Igor González Sola.

Los argumentos de que no ha apoyado ninguna comisión cuando los jueces ya investigaban los mismos asuntos –léase la financiación de Podemos y otro caso que afectaba a su vicepresidente– quedan sin efecto cuando las investigaciones se refieren al PP. O cuando se trata de cuidar a los partidos que apoyaron su moción de censura y elección presidencial. Por si creían los de Ciudadanos que votar los Presupuestos iba a dejar en fuera de juego a ERC. Pescozón en el Congreso y palante.

Pero este comienzo de curso, lleno de botes de humo, no debe ocultar las cosas importantes que pasan y que pasarán. La fusión de Caixa Bank y Bankia se ha solventado de un plumazo sin que se enterasen ni sus ministros. El argumento de ayer de Nadia Calviño fue genial: estas cosas son muy delicadas y cuantas menos personas las sepan mejor. No será la única fusión. Los piropos de Ana Patricia Botín a Sánchez lo confirman. Y no estoy en contra de ellas. Pero una cosa son las fanfarrias del Congreso, y otra muy distinta gobernar. Y gobernar, gobernar, gobiernan pocos. Los mismos de los que se fía el presidente del Gobierno. Y es bueno recordarlo ahora que empezamos este atípico nuevo curso. Que las nubes no nos impidan ver el sol. Y para saber lo que ocurre solo debemos mirar a Sánchez. El único y auténtico Rey Sol.