Nevada

Nostalgia de aquellos Blue Monday, cuando había tiempo para estar triste

Ya sólo me asusto si enciendo la tele, veo que sale Ferreras y no es su horario habitual. Entonces, pego un salto y voy al súper a comprar levadura

Hoy, al ser el tercer lunes de enero, es Blue Monday (pero ¡esperen!, no vayan todavía a la página de Amazon, que no consiste en eso). El Blue Monday, dicen, es el día más triste del año, porque un científico lo aseguró en un anuncio. No hay, evidentemente, ningún estudio detrás y parece ser que hasta el científico se desdijo, pero aquí estamos, repitiendo la farsa. Al fin y al cabo, soy de la generación que tampoco se creyó lo de la mermelada, el perro y Ricky Martin, pero aún no lo hemos olvidado y, además, todos teníamos un amigo de un amigo que lo había visto y, al segundo calimocho, le pedíamos que lo repitiese.

¿Recuerdan el tercer lunes de enero de 2020, el Blue Monday del año pasado?: Te levantaste de mal humor, encendiste la ducha y tardó un siglo en salir el agua caliente. Cuando te metiste, ardía y justo ahí, se volvió helada. Así que te duchaste rápido, despertaste a tu hijo, que te dijo que te odiaba por hacerle madrugar. Saliste a toda prisa, se puso las zapatillas en el ascensor y te echó la bronca por no haberte acordado de coger sus deberes. Le dejaste en el cole, te tragaste un atasco, diste tres vueltas al barrio para aparcar en un carga y descarga. Llegaste al trabajo, hiciste como que trabajabas, tu jefe te echó la bronca porque le habían echado la bronca. Miraste Google, miraste Facebook, miraste Twitter, miraste, otra vez, Google. Al acabar de trabajar, tenías una multa en el coche, llegaste a casa, cenaste croquetas congeladas. Y tu hijo, que se comió ocho, te dijo que le gustaron más que nunca.

Antes de dormir hiciste zapping por todos los canales de TDT y tiraste media hora en Netflix buscando una serie. Echabas algo de menos y no sabías qué.

Sólo ha pasado un año. Supongo que este lunes ya han visto, porque se ha vuelto viral, el calendario de enero de 2021, que va anunciado catástrofes: un fin de semana una plaga de langostas, otro día un terremoto, al día siguiente Godzilla y para acabar un buen meteorito. Me ha llegado por Whatsapp, pero no me altero. Cada uno elige con que medio se informa. Unos lo hacen por Twitter, otros por las webs de los periódicos, muchos por Facebook y más por la radio.

Como es un no vivir, desde hace tiempo decidí que, pese a todos los titulares incendiarios, ya sólo me asusto si enciendo la tele, veo que sale Ferreras y no es su horario habitual. Es decir, si es un día entre semana y por la mañana, pues vale; pero si por la tarde o un sábado, al hacer zapping, aparece, pego un salto, voy al súper y me compro levadura.

Hoy es el tercer lunes de enero: aún hay nieve, Trump es presidente, tu hijo aún no va al cole y tienes miedo de poner LaSexta.

Blue Monday dicen, qué cachondos.