Opinión
El cuaderno de Chapu Apaolaza: Revancha
Celia Villalobos dice que se ha hecho ‘gamer’. La gente pasó parte de su vida estudiando una carrera o dos y ahora se entera de que el mañana era jugar al Candy Crush y al buscaminas
Está morada y dolorosa la flor del cardillo. En los solares de las obras de los chalés, las flores le llegan a uno por el pecho. El pinar del Complejo Presidencial de Moncloa ya parece el cráter del Ngorongoro. Por la puerta del colegio sale despedido un caudal de niños jadeantes y sonrientes que corren a abrazar a sus padres. Madrid es un perfecto certificado de defunción del invierno.
Miramos al mañana porque el ayer duele a la vista. En el documento de la España 2050 aparecen nuevas profesiones como por ejemplo, entrenador de avatares -¡un, dos, un, dos!- y jardinero de ‘minecraft’. A José Antonio Vera ya le habrán brotado las primeras flores de las tomateras. Atenta al contexto tecnológico, Celia Villalobos dice que se ha hecho ‘gamer’. La gente pasó parte de su vida estudiando una carrera o dos y ahora se entera de que el mañana era jugar al Candy Crush y al buscaminas. El porvenir nos deparaba miles de millones de gentes encerradas en sus casas por el virus de un murciélago chino y Celia Villalobos pegando palizas al FIFA.
Yo también le auguro mucho éxito a algunas profesiones. A vuelapluma se me ocurre la de vendedor de humo, relator de relatos, inventor de movidas, saltador de peajes, contrabandista de chicharrones de Chiclana, ofendido profesional, tragador de marrones y absorto a tiempo completo. Lolo Rodríguez me apunta que también habrá trabajo como medidor con doble vara. Y de ‘indultador’ de culpables por sedición, porqué no.
Pedro Sánchez asegura que concederá los indultos con muy buena intención. Antes de las elecciones, dijo que no los concedería, pero una de las condiciones de cualquier decisión de este Gobierno es que previamente haya prometido que no la tomaría. Dice Sánchez que hay que mirar al futuro y aquí viene de nuevo Celia Villalobos dándote una paliza al FIFA.
El presidente ha invocado a la Constitución para justificar el perdón al mayor ataque a la Constitución. Asegura que apuesta por la concordia y no por la venganza y la revancha. Cree que hay que “aprender de los errores”. De modo que Sánchez dibuja una justicia revanchista, vengativa y equivocada. Detrás de la justificación de los indultos respira el monstruo de admitir que meter a los sediciosos en la cárcel fue una injusticia, esto es, que tenían razón. Sanchez es el capitán Ahab, pero en su barco va España entera. La guinda del pastel supone que los independentistas no estaban por el indulto si no por la amnistía de manera que, técnicamente, Sánchez no está complaciendo sus peticiones. Los va a sacar de la cárcel para hacerles la puñeta.
✕
Accede a tu cuenta para comentar