Nicaragua

Daniel Ortega, un discípulo del diablo

Ortega es otro bufón ignorante al estilo de Maduro que solo sabe insultar. Sus últimas declaraciones son antológicas, pero muestran la auténtica cara de un mentiroso compulsivo.

No hay duda de que Daniel Ortega es un dictador. La farsa electoral solo ha sido reconocida por Venezuela, Rusia, Irán, Cuba, China… Es decir, países que no respetan los derechos humanos. Hay que recordar que son regímenes autoritarios que conforman una especie de comunidad que busca desestabilizar a las democracias e imponer sus caudillos populistas.

Es una guerra que minimizamos, pero que vamos perdiendo. Al igual que en el ajedrez, las piezas van cayendo una tras otra mientras China camina con paso firme hacia la hegemonía mundial. Mientras tanto, la UE se enzarza en debates interminables que constatan su irrelevancia y Estados Unidos, a pesar de su frágil alianza denominada Aukus con Gran Bretaña y Australia, sufre una decadencia liderada por el inútil de Joe Biden, que es uno de los peores presidentes de su historia.

Ortega es otro bufón ignorante al estilo de Maduro que solo sabe insultar. Sus últimas declaraciones son antológicas, pero muestran la auténtica cara de un mentiroso compulsivo.

Con respecto a los opositores detenidos bajo el increíble cargo de “traidores a la patria” considera que “son los hijos de perra de los imperialistas yanquis”. Hemos regresado al zafio lenguaje que utilizaba la izquierda sometida a la Unión Soviética en los tiempos de la Guerra Fría. No los considera nicaragüenses, algo característico de todos los dictadores que niegan la nacionalidad a quienes les llevan la contraria.

Es lo que sucedía en las dictaduras, por ejemplo, de Somoza, Castro, Videla o Pinochet que, además, preferían asesinarlos o hacerlos desaparecer. Estos opositores que son “esclavos del imperio, traidores a la patria» sufrirán toda su inquina. A los españoles nos define como colonizadores y lo dice quien tiene, desgraciadamente, un origen español. Por supuesto, Biden «debería pedir perdón por los crímenes que han cometido en Nicaragua y en el mundo”.

El botarate nicaragüense considera que los gobernantes norteamericanos deberían ser juzgados por la Corte Penal Internacional. Es curioso que no diga lo mismo de sus socios comunistas que han perpetrado algunos de los mayores genocidios de la Historia. Es un personaje patético y diabólico que considera que el parlamento europeo está lleno de nazis. El infierno está en la Tierra y el dictador es otro discípulo del diablo.